Aunque el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía genera rechazo y un impacto social entre la comunidad, las agresiones por parte de los ciudadanos contra los uniformados no deja de preocupar a las autoridades.
Así lo confirmó el coronel José Luis Palomino López, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, quien comentó que en un lapso de cinco días, seis uniformados tuvieron que ser incapacitados tras sufrir múltiples agresiones y golpes en medio de los procedimientos policiales.
Entre los uniformados que son más agredidos están los adscritos a la Seccional de Tránsito y Transporte, el Grupo de Operaciones Especiales y, en particular, los de la vigilancia por cuadrantes.
“Hemos detectado que el consumo de bebidas embriagantes lleva a que las personas reaccionen de manera agresiva y siempre quieran golpear a los policías”, dijo el oficial.
Los fines de semana, especialmente, se genera un incremento de estas agresiones contra los servidores públicos, por lo que la Policía adelanta una estrategia de capacitación a los uniformados para evitar que los procedimientos terminen en golpes.
El coronel Palomino aseguró que este tipo de hechos se presentan hasta dos o tres veces al día, pero los fines de semana, por el consumo de alcohol, llegan a registrarse hasta cinco casos diarios, lo que generó una alerta para tomar las medidas correspondientes.
“Lo fundamental del caso es que para pelear se necesitan dos personas. Nuestros policías tienen instrucciones claras de que, en caso de evidenciarse una situación de agresión, primero se pida apoyo y se busque una mediación pacífica del hecho”, aseguró el oficial.
Las sanciones
Agredir a un uniformado puede acarrearle un comparendo contemplado en el Código de Policía por un valor de al menos $800.000; además, puede ser capturado por el delito de ataque a servidor público.
“La recomendación para la comunidad es a que se tenga mesura y no busque agredir a la autoridad para evitar líos penales”, explicó una fuente judicial.
En 2018 fueron capturadas 14 personas por este delito, mientras que en lo corrido de este año ya han sido detenidas 16.
El año pasado se registraron 59 agresiones contra policías; este año van 13. Según el Código de Policía, estas personas deberán responder por agredir por cualquier medio o lanzar objetos que puedan causar daño a los uniformados.
Finalmente, en 2018 ocurrieron 2.246 casos en los que la comunidad se rehusó a recibir alguna sanción policial y terminaron en agresiones. Entre tanto, este año se han registrado 821 hechos similares.
Ataques
Cabe recordar el episodio que protagonizó Claudia Armenta en diciembre de 2018, cuando arrolló a un patrullero de la Seccional de Tránsito en la avenida 8 con calle 10, tras intentar evadir un control de las autoridades mientras se movilizaba en un carro marca Renault Twingo.
Aunque la mujer fue detenida por los delitos de lesiones personales y ataque a servidor público, posteriormente un juez decidió reversar la medida de aseguramiento en su contra y dejarla en libertad.
La mujer ofreció excusas públicas al patrullero Jorge Javier Jaimes y a la Policía en general.
Recientemente, en Cali, una mujer protagonizó una brutal agresión contra una agente de tránsito, en medio de un procedimiento de control.
La agresora quedó grabada en algunos videos mientras atacaba a la agente; luego fue capturada.
Otros ámbitos
Las agresiones a funcionarios se trasladan también a las oficinas administrativas y hasta los bancos, donde una prolongada espera genera reacciones agresivas de los usuarios.
Esta cultura agresiva se ha convertido en uno de los denominadores comunes que a diario complementan un agitado convivir.