Una ráfaga de disparos alertó a los residentes de La Victoria, en inmediaciones de la avenida principal que divide al sector de Los Almendros, dos populares barrios de la ciudadela Juan Atalaya. Un cuerpo yacía en el suelo, bañado en sangre, frente a las miradas silenciosas y temerosas de quienes alcanzaron a ver lo ocurrido, pero prefirieron no decir nada.

El reloj marcaba las 8:35 de la noche del miércoles, 28 de mayo, cuando el estruendo marcó la hora final de Víctor Julio Rendón Galvis, conocido como Flechas o El Flaco.

El hombre, de 31 años, fue atacado con brutalidad por dos pistoleros. Recibió cuatro impactos en distintas partes del cuerpo: dos en la región occipital izquierda (parte posterior de la cabeza) y dos en la región escapular (espalda), heridas que no le dieron posibilidad alguna de sobrevivir. Aunque alcanzaron a trasladarlo al Policlínico de Atalaya, llegó sin signos vitales.

Según se conoció, Flechas llegó a ese sector para departir en un establecimiento comercial y lo hizo en una moto motocicleta, negra, Yamaha YCZ, la cual quedó abandonada a pesar de intentar huir de sus pistoleros.

Sus antecedentes

Flechas no era un desconocido para las autoridades. Había estado vinculado a un caso de fuga de presos cuando huyó del CAI del barrio Alfonso López capturado por fabricación tráfico y porte ilegal de armas de fuego. Según fuentes judiciales, mantenía presuntos nexos con la banda de La Familia P, que tiene fuerte injerencia en esta zona de Cúcuta.

Las autoridades no descartan que se trate de un nuevo episodio dentro de la guerra silenciosa que azota a la ciudad, donde el control territorial y la guerra entre bandas son moneda corriente. Sin embargo, la hipótesis del móvil del crimen aún está por establecerse.

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