Desde hace poco, Jaider Stiwar Pájaro Molina decidió aplicar sus conocimientos en barbería, iniciando su propio negocio al interior de su casa en el barrio San Fernando del Rodeo, en la avenida 1 con calle 14A, a metros de distancia del Anillo Vial Occidental.

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Ya había caído la noche del pasado miércoles, 2 de julio, poco antes de las 7:00 p.m., una motocicleta Suzuki GN negra se detuvo frente a un hospedaje de dicho sector. Su conductor se bajó del vehículo, dejó las llaves allí y el vehículo prendido, ni siquiera se quitó el casco, tenía una misión breve.

El sujeto caminó aproximadamente 20 metros y se detuvo frente a Barber Tope, el local de la víctima, desenfundó un arma de fuego y apuntó al joven de apenas 18 años, un solo disparo certero conectó a Jaider. El atacante emprendió la huida y escapó corriendo hacia su moto prendida, de inmediato arrancó y se fue hacia el anillo, nadie vio, nadie supo nada.

Su rostro no fue visible en ningún momento para las personas que estaban en esta zona en la que hay varios establecimientos comerciales, la placa tampoco pudo ser identificada debido a la oscuridad, aunque según testigos era venezolana.

Jaider fue auxiliado por particulares, quienes de inmediato lo trasladaron al Policlínico de Atalaya. El personal médico de turno trató de mantenerlo con vida, sin embargo, la herida era demasiado grave y no pudieron hacer nada. Minutos después se confirmó su fallecimiento tras este letal ataque.

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Las autoridades fueron alertadas, algunas patrullas de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegaron al centro asistencial, mientras otros fueron al lugar, junto a la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), para atender la situación.

El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) inspeccionó la escena, recopiló el material probatorio en el lugar y adelantaron labores de investigación con los testigos para tratar de establecer posibles características del responsable del hecho. Activaron un Plan Candado, sin embargo, a cierre de esta edición no se había logrado ninguna captura relacionada con el hecho de sangre.

En el lugar hay dos cámaras de seguridad que habrían grabado lo sucedido, una está ubicada en el hospedaje en el que el responsable parqueó, pero se desconoce su funcionamiento.

La otra está en un poste de luz, pero desde hace un mes no funcionaría. Según la comunidad, un vehículo de carga pasó por la zona, tumbó uno de los cables y dejó la cámara inservible.

Los móviles del hecho aún son materia de investigación para las autoridades, pues hasta el momento no se tiene una hipótesis clara de qué podría haber desencadenado este ataque.

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