Carlos Alberto Díaz, de 41 años, no pudo seguir burlando a la justicia. En medio de patrullajes de registro y control de la Policía Metropolitana de Cúcuta, fue capturado en el barrio El Llano. Ahora, deberá responder en la cárcel por el delito de concierto para delinquir agravado.
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Este hombre, conocido como ‘El Mono’, tiene en su prontuario 16 anotaciones judiciales por diferentes delitos, además, la Policía aseguró que pertenecía a la banda delincuencial conocida como ‘Los Exprés’, dedicada a cometer atracos en el centro de Cúcuta.
Las autoridades señalaron que con la captura de Díaz se da tranquilidad a los comerciantes y transeúntes del centro, así como del barrio Alfonso López, por donde frecuentaba.
El detenido quedó a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía y luego de ser escuchados en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, un juez decidió enviarlo a la cárcel.
La banda
Con videos de las cámaras de seguridad instaladas alrededor de las calles 7, 8 y 9 entre avenidas 5, 6 y 7 del centro de Cúcuta, los investigadores que les siguieron el rastro a esta estructura delincuencial, lograron tener el material probatorio para judicializar a los responsables de los constantes atracos. Así capturaron a cuatro de ellos.
Una fuente judicial señaló en el momento de la captura, que la especialidad de estos delincuentes era robar a adultos mayores, mujeres y personas que estuvieran con las manos ocupadas o distraídas, de quienes se aprovechaban para seguirles el paso y sacarles del bolso artículos de valor.
“Siempre fue a mujeres ocupadas con algo en los brazos, con compras, que descuidan sus pertenencias, que son sus bolsos en la parte de atrás, y (los ladrones) aprovechaban esto para abrir los bolsos y hurtar sus pertenencias”, aseguró la fuente, en diciembre de 2021.
Muchos de los hurtos eran a plena luz del día y ante varias personas, que ni se daban cuenta de que los atracadores estaban a pocos metros de las víctimas y luego de cometer el robo, se iban caminando o corriendo.
Según las autoridades, ellos nunca robaban a mano armada, siempre con la habilidad de poder acercarse a su víctima sigilosamente, como una sombra, para cometer sus fechorías.
Otra especialidad de los delincuentes era el raponazo. Para esta modalidad no robaban de a uno, sino que se juntaban todos para que uno de ellos distrajera a las víctimas, mientras que los otros sacaban el botín.
La fuente cercana a las indagaciones contó que en varias ocasiones, unos miembros de la banda se acercaban a los vehículos y llamaban la atención de quienes iban dentro del automotor, mientras que otro de sus cómplices metía la mano para sacar artículos de valor.
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