Lo que empezó como un simple paseo en bicicleta en medio del descanso del sargento segundo del Ejército, Antonio Misse Cevallos, de 34 años, terminó siendo una pesadilla para él y su familia.
Hoy sus familiares están viviendo uno de los peores momentos, pues desde la tarde del martes le perdieron el rastro.
Misse salió junto a su sobrino, de 11 años, a andar en bicicleta, como lo empezaron a hacer desde el lunes. La ruta fue alrededor de la trocha El Palmar, en Villa del Rosario, luego de haber estado en Boconó.
Según se conoció, aunque los familiares habían planeado buscar un río cercano para bañarse, el militar después decidió parar en un punto de la trocha y tomarse una foto que quedara para el recuerdo de su visita a Villa del Rosario, ya que su labor en la institución la ejerce en Popayán.
En ese instante, un hombre se les acercó y les advirtió que estaba prohibido tomarse fotos en este sitio, por lo que Misse le entregó el celular y le aseguró que no había ningún problema en borrar la fotografía.
El militar le manifestó al desconocido que era miembro del Ejército de Colombia, por lo que este hombre le transmitió el mensaje a sus acompañantes, que estaban a bordo de una camioneta blanca, al otro lado del río, es decir, en suelo venezolano.
De inmediato, la camioneta atravesó el río hacia donde estaban los dos familiares y obligaron a subir a Misse, para hacerle algunas preguntas, sospechando que era un espía, mientras que el menor se quedó en compañía de dos hombres y una mujer, en motocicletas.
Después de unos minutos, todos se reunieron en el territorio venezolano, donde avanzaron hacia una casa deshabitada por el sector La Invasión, de San Antonio del Táchira, donde fueron recibidos, al parecer, por miembros del Ejército de ese país.
Allí, estuvieron por algunos minutos a la espera de las indicaciones, al parecer, de otros integrantes de la fuerza pública del vecino país. Finalmente, los dos familiares fueron trasladados hacia San Cristóbal, donde llegaron a la medianoche.
El menor de edad pasó la noche en un destacamento de la Guardia, donde, según se conoció, recibió buen trato y al otro día le brindaron desayuno. Sin embargo, los interrogatorios no cesaban y eran constantes, con pocos minutos de diferencia. A su tío, los demás uniformados se lo llevaron hacia otro lugar y desde ese momento no hay noticias de su ser querido.
Vea aquí: Hablan los familiares del sargento segundo del Ejército
El menor de edad regresó
El miércoles, un teniente del Ejército trasladó al niño al puente internacional Francisco de Paula Santander, donde se lo entregó a su mamá.
En ese momento, indagaron por Misse, a lo que el uniformado respondió que se debía hacer el procedimiento completo.
Aunque la alegría empezó a retornar a esta familia, la incertidumbre y la desesperación empezaron a rodearla al notar que no había razón de Misse, ni de las autoridades del vecino país ni de las colombianas.
La búsqueda
Diana Katerine Díaz, esposa del militar, aseguró que decidió emprender un viaje hacia San Cristóbal para averiguar por la suerte de su ser querido, pero no tuvo una explicación concreta de su paradero, ni tampoco de quién lo tenía en su poder.
“Me habían dicho que lo entregaban el jueves y hasta este momento no sé nada. Nadie se responsabiliza ni me dicen dónde está ni quién lo tiene”, dijo la mujer.
Asimismo, la familia les exigió al Gobierno y a las autoridades colombianas que se adelanten las gestiones correspondientes para tener noticias del uniformado y que pueda regresar a su hogar sin ningún problema.
Al cierre de esta edición, Díaz visitaba las instalaciones de la Fiscalía con el fin de interponer una denuncia por secuestro.