Para Jhon Anderson Contreras Carrillo, transitar y hablar con algunas personas que se sentaban en una esquina de la cancha del barrio Los Almendros, ubicado en la manzana 2 con lote 18, en Atalaya, era muy común, según contaron algunos habitantes de ese sector de la ciudadela Juan Atalaya.
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Sin embargo, el sábado fue la última vez que ‘Pikachú’, como le decían, se paseó por el lugar, porque un pistolero lo interceptó y le propinó cuatro balazos, quitándole la vida.
El lamentable suceso se presentó a las 8:20 p. m., delante de varias personas que estaban en unos locales cercanos de la cancha. Segundos después del ataque, el caos se apoderó de la zona.
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“Estaba concentrada en lo mío, ese día estaba bastante movido, frente a mi local habían varias personas, pero como era sábado, siempre se está más ocupado. Yo sí escuché los tiros y vi que algunas personas de mi local salieron a correr, me dio bastante susto y menos mal me encontraba detrás de una reja”, aseguró una habitante del barrio.
El homicida, según versiones, se acercó a Jhon Anderson y sin mediar alguna palabra, desenfundó su arma de fuego y le asestó los disparos en la cabeza, el abdomen, el antebrazo y el cuello.
Al terminar su cometido, el pistolero huyó, al parecer, en un vehículo, sin dejarle un solo rastro a las unidades de la Policía Metropolitana que llegaron minutos más tarde.
El dramático encuentro
El hermano de la víctima, que vivía cerca del lugar del hecho, aseguró a las autoridades que estaba llegando a la cancha, cuando encontró a Jhon agonizando, por lo que rápidamente lo auxilió y trasladó al Policlínico de Atalaya, pero las heridas que tenía eran tan graves, que tuvieron que remitirlo a la clínica, donde murió.
‘Pikachú’ tenía 26 años y acorde a los testimonios familiares trabajaba en una compra venta de autos.