Un largo recorrido ha tenido la capital nortesantandereana desde que se dio la Batalla de Cúcuta en 1813. Los cambios por los que ha sufrido a través de la historia, han hecho de ella, una ciudad cada vez más pujante y trabajadora.
Cúcuta era una ciudad estratégica y servía de corredor entre las tropas acantonadas en Caracas, para comunicarse con los militares que permanecían en Bogotá, con la expulsión de los soldados al mando del general Correa se, perdió todo contacto y la resistencia criolla tomó auge.
500 combatientes participaron en la confrontación al mando del coronel Bolívar, denominados el ejército criollo; contra 800 soldados españoles comandados por el general Ramón Correa.
En esa época, el triunfo de Bolívar significó el principio de la libertad colombiana y venezolana, y la caída del ejército español. Un triunfo que hoy en día se ve reflejado en cada cucuteño, en cada madre al ver graduar a sus hijos, en cada padre al ver nacer a sus hijas; es un orgullo interpretado de manera diferente tras los ojos de quién la mire.
La máxima fiesta patria de los cucuteños, guarda un significado especial en la vida de todos los que habitamos estas tierras, liberadas del yugo español.
La Opinión hizo un recorrido por los lugares más emblemáticos de la ciudad, para preguntar por su historia y lo que sienten por ella.