Este año se conmemoraron los 60 años de trágico accidente que le costó la vida a Pedro Infante y este sábado se cumplen cien años del nacimiento de uno de los más importantes intérpretes de la música mexicana de todos los tiempos y una de las más grandes estrellas de la época de oro del Cine Mexicano.
Para conmemorar esta fecha se ha lanzado ‘Cien años pensando en ti’, que se publica en diferentes formatos junto a un documental en el cual se hacen presentes artistas de la talla de Armando Manzanero, Rubén Fuentes y Martín Urieta.
Hijo de una familia de clase media, su padre era maestro de música, por lo que Pedro Infante, desde temprana edad, aprendió a tocar varios instrumentos y pronto empezó a participar de diferentes bandas y orquestas de Sinaloa, hasta que lo dejó todo allí para ir a probar suerte a Ciudad de México, pasando años de penurias y hambre hasta lograr una oportunidad.
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Es tan importante la figura de Infante, tanto para la música como para el cine, que muchos aseguran que no ha muerto, como suele suceder con aquellos que hacen historia y se convierten en leyenda, e incluso, en México ha aparecido un hombre asegurando que es Pedro Infante, lo cual no ha podido comprobar.
Falleció a los 39 años de edad, cuando ya sumaba más de 60 películas, logrando superar lo hecho por su ídolo, Jorge Negrete, quien era la figura del momento, pero quien no logró conectarse con el pueblo como sí lo hizo Infante, que obtuvo galardones como el Oro de Plata al mejor actor en el Festival de Cine de Berlín.
Mientras que Negrete llegó a un punto de su fama que no solía aceptar papeles donde tuviera que actuar personajes de clases bajas, en ellos, Pedro Infante basó su éxito, dándole voz a los charros y patrulleros de policía, por ejemplo, logrando llegar a tal nivel, que cobraba por película, más que el propio ‘Cantinflas’.
No dudaba de saltar del drama a la comedia, así como pedirle a los escritores de varias de sus películas que le dieran más voz a las mujeres. Aunque muchos de sus personajes estaban dentro del típico charro machista y amante de la bebida, en la vida personal Pedro no bebía al tener que luchar contra la diabetes e incentivaban la participación femenina, aunque sí fue muy enamoradizo.
En sus recorridos por México los niveles de euforia que producía entre sus seguidores el mimo efecto de Elvis en Estados Unidos, con mucha histeria y fanáticas desmayadas, lo cual él disfrutaba y se entregaba de lleno a ellos.
Cuentan sus biógrafos, que en un pequeño pueblo del norte de México se organizó un concierto en la plaza de toros. Pedro Infante llegaría en avión en la mañana, realizaría su espectáculo al mediodía, para volver a viajar en la tarde.
A su llegada, tal era la cantidad de personas que lo esperaban, que le tomó horas en llegar hasta la plaza de toros, completamente llena de admiradores que habían pagado costosas entradas para ir a verlo, mientras que afuera se encontraban personas de escasos recursos.
Así, Pedro Infante entró a la plaza de toros, saludó y sacó el sonido y al mariachi a las calles, para cantar durante dos horas. Luego, volvió a la plaza, ofreció las disculpas respectivas por la demora y realizó un concierto de tres horas.
Héroe de la cultura popular mexicana, en 1957 en medio de sus afanes por cumplir con su apretada agenda y sus sueños de ser aviador, tomó un avión de carga que terminó estrellándose, acabando con su vida en medio del fuego.