Desde que inició el año escolar y se activaron las rutas de transporte para movilizar a los niños y jóvenes que viven en San Antonio y Pedro María Ureña, pero estudian en colegios públicos de Villa del Rosario y Cúcuta, la principal solicitud de los padres de familia ha sido que los buses entren a Venezuela para mayor seguridad de los menores. 

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Sin embargo, aunque la frontera permanece abierta y el paso de vehículos particulares y de transporte público está autorizado, han pasado los meses y los acudientes siguen esperando que los niños ya no tengan que caminar todos los días hasta el otro lado de la frontera para ser trasladados a sus colegios. 

“Lo que pedimos es seguridad para los niños, porque hay que pasar todos los días los puentes y es un peligro que un estudiante pueda tener un accidente con las motos y carros que pasan, pero sentimos que no hemos tenido mucho respaldo ni apoyo”, dijo Carlos Lozano, líder de los padres de familia en la zona de frontera. 

El representante de los acudientes manifestó que las autoridades del lado venezolano han mostrado disposición para dejar pasar los buses, pero debido a la contratación que estos tienen con las secretarías de Educación de Cúcuta y Norte de Santander, solo pueden llegar hasta la redoma de El Escobal y hasta el Cenaf en La Parada.   

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No obstante, desde la Secretaría de Educación de Norte de Santander informaron que, por este año no será posible, pues fue el gobierno venezolano quien no lo autorizó, ya que exigen unos requisitos que no podrían estar contemplados en los contratos de este año por parte del Ministerio de Educación Nacional.

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