Un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mostró que las remesas hacia América Latina y el Caribe marcaron un récord, con una proyección de US$155 millones antes del cierre de 2023, lo que representa un crecimiento de 9,5% frente a 2022, cuando sumaron US$142.400 millones.
A Colombia ingresó una cifra récord de remesas de US$10,1 millones en el año anterior, evidenciando un incremento de US$663 millones frente a los US$9.428 millones recibidos en el mismo periodo de 2022.
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Diciembre registró los mayores ingresos del año con US$914,21 millones, principalmente de Estados Unidos (53,4%) y España (13,2%), posicionando al país como el tercer país con mayor transferencia de remesas al exterior en la región después de México (US$64.247 millones) y Guatemala (19.982 millones de dólares).
El creciente ingreso de divisas puede atribuirse a varios factores, entre ellos el aumento de la migración, una cifra que ha ido en aumento en todo el mundo desde la pandemia (según el Banco Mundial, más de 41 millones de latinoamericanos viven fuera de sus países de origen). Además, la digitalización de los procesos de envío de remesas y la fluctuación de los tipos de cambio contribuyen a este crecimiento.
En cuanto a las transferencias de remesas a través de canales digitales, las transacciones digitales de Western Union aumentaron un 11% año tras año a cierre de 2023. Además, los analistas esperan que la preferencia por estos canales continúe creciendo en los próximos años, proyectando alcanzar los 10.7 mil usuarios para 2027.
Sin embargo, el actual entorno económico ha provocado una creciente volatilidad en las tasas de cambio, impactando los montos que reciben los beneficiarios, factor sobre el cual también inciden los costos operativos de las entidades financieras.
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El vicepresidente regional de Western Union, Mauricio García, afirmó que, en un contexto donde la volatilidad es parte de la realidad financiera, implementaron estrategias y soluciones innovadoras para brindar estabilidad a los usuarios y minimizar cualquier posible impacto adverso.
“Esta adaptabilidad es esencial para mantener la eficiencia en nuestras operaciones, garantizando que las remesas sigan siendo una vía segura para el respaldo financiero de las comunidades a nivel mundial”, agregó García.
Reconoció que el mercado de remesas se prepara para un año de desafíos y oportunidades, bajo la premisa de que diversos factores globales influirán significativamente.
América Latina anticipa una creciente ola migratoria que impactará las tendencias del mercado, los conflictos internacionales se proyectan como elementos que afectarán la economía global y, por ende, el flujo financiero internacional.
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Entre tanto, el crecimiento de los canales digitales seguirá redefiniendo la experiencia del usuario. A su vez, el rebrote de COVID-19 plantea interrogantes sobre cómo la pandemia continuará afectando las decisiones de migración y las transferencias de dinero a nivel mundial.
Western Union amplió sus canales de atención para complementar la red de oficinas y puntos autorizados para el envío de dinero en todo el territorio nacional a través de Banco Unión y Acciones y Valores -agentes autorizados para la operación en Colombia-; asimismo, la página web y aplicación oficial de la compañía permiten enviar giros rápidos, confiables y 100% digitales, que cuentan con interfaces seguras e intuitivas.
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