El crecimiento que registró el año pasado el Producto Interno Bruto (PIB) de Norte de Santander, el cual se ubicó en 7,4%, fue muy similar al nacional (7,5%) y mucho menor al de 2021, cuando registró 11,0%.
De acuerdo el reporte del Departamento Nacional Administrativo de Estadística (DANE), el PIB de departamento, en 2022, alcanzó los $23.05 billones, es decir, $13.7 millones por habitante. El indicador estuvo por debajo del PIB nacional por habitante, que fue $28.3 millones ($1.462 billones a precios corrientes).
Lea además: ETB dejará de operar en Cúcuta
Los departamentos que registraron un PIB por habitante mayor al nacional fueron: Meta ($52.5 millones), Casanare ($51.4 millones), Bogotá D.C. ($45.4 millones), Santander ($39.5 millones), San Andrés, Providencia y Santa Catalina ($34.1 millones), Antioquia ($31.3 millones), Boyacá ($30.02 millones) y Valle del Cauca ($30.02 millones).
PIB por sectores
En Norte de Santander, las tres actividades que mayor participación tuvieron en el PIB fueron administración pública, que pasó de 24,8% a 21,7%; comercio, alojamiento y servicio de comida, que se mantuvo en 19,3%; y agricultura, ganadería y pesca, cuyo PIB pasó de 11,0% a 11,8%.
Otros de los sectores que más aumentó su participación es la explotación minera, que en la región está representada por el carbón, que pasó de 2,6% a 6,3%, mientras que el aporte de la construcción al PIB bajó de 8,0% a 7,3%.
Le puede interesar: inDrive ofrece nuevo servicio en Cúcuta
Por regiones, el DANE precisó que en la Oriental, de la que hace parte el departamento, las actividades económicas que explican el comportamiento registrado, de acuerdo con su contribución, son comercio al por mayor y al por menor, transporte, alojamiento y servicios de comida, con un crecimiento de 10,5%.
Siguen la industria manufacturera (7,3%), construcción (13,1%) y entretenimiento y recreación (47,7%), de acuerdo con el dato suministrado por el DANE.
Inflación e informalidad refuerzan desaceleración
La economista Mayerlin Aponte, de Zambrano Asesores y Consultores SAS, señaló que el PIB recoge la producción agregada del territorio, es decir, lo que produjo en un año, y su variación indica el crecimiento de la economía.
Aponte resaltó que es normal esa desaceleración económica, porque se trata de un efecto rebote de las consecuencias de la pandemia. Sin embargo, existen dos factores negativos sobre el proceso de recuperación: la inflación y la informalidad laboral.
“Con la tendencia del Índice de Precios al Consumidor, nuestro poder adquisitivo se ha deteriorado de forma continua. Aunque no somos de las ciudades con mayor costo de vida, sí somos de las ciudades donde el costo incrementa en términos porcentuales en mayor medida. Y los rubros del IPC donde incrementan, inciden principalmente en los bolsillos de los hogares con menores ingresos”, afirmó.
Lea también: Seis empresas de Cúcuta participaron en Smart City Expo Bogotá
La experta puso como ejemplo que si en un hogar de ingresos altos la proteína que se consume es variada, un alza sustancial en el precio de los huevos lo afectará menos que a quienes tienen en ese alimento el 70% de la proteína que comen en la semana.
“Con respecto a la informalidad, dado el limitado registro y monitoreo, es más complejo que las medidas del Gobierno incidan dentro de un limitado margen de acción”.
La economista de Zambrano Asesores y Consultores SAS explicó que otro factor es que, en la histórica, la distribución del PIB departamental no se ha caracterizado por el protagonismo de la industria ni la agricultura, sino que el comercio y el sector servicios en general, caracteriza la generación de valor.
Lea aquí: El café de la paz, el grano que crece en abandonada subestación de Policía
“En ese marco, si vamos a otros indicadores, en términos de competitividad, el departamento no es de los más competitivos del país”, añadió.
Mayerlin Aponte aseguró que, en general, la proyección de que el país crecerá en menor medida que en años anteriores y la dinámica departamental dependen no solo de esas variables internas o endógenas sino también externas o exógenas “que no controlamos”, por ejemplo, lo que ocurra en Venezuela.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion