La movilidad en el barrio La ínsula, ubicado en la comuna 6, se ha visto comprometida por la condición tan deplorable en la que se encuentran sus vías.
Aunque en este lugar habitan y transitan muchos actores que mueven la economía de ciudad, como lo es la zona industrial y la central de abastos, Cenabastos, este sector ha quedado en el olvido de las administraciones de turno.
La comunidad lleva lidiando más de 20 años con el mal estado en el que se encuentran las vías y aseguró estar cansada de hacer llamados para que las arreglen sin obtener ninguna respuesta.
“La situación es deplorable, las calles están convertidas en completas trochas, llevamos años con este problema y no realizan ninguna intervención. La avenida quinta que conecta con Cenabastos está completamente destruida”, dijo Carlos Rincón, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC).
Este hecho ha afectado negativamente la movilidad y la calidad de vida de quienes transitan por estas calles.
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Según varios habitantes y comerciantes del sector, en la avenida quinta con calle segunda se han presentado accidentes de tránsito provocados por los grandes cráteres que adornan las calzadas.
“La gente vive más en el suelo que en sus propios vehículos, hace unos días un muchacho se cayó en un hueco y cuando llueve la situación empeora, las calles se vuelven intransitables”, dio a conocer un comerciante del lugar.
Pese a los continuos oficios que la comunidad ha enviado a la Alcaldía, la respuesta no ha sido favorable, hecho que empeora la situación e incrementa el deterioro de la malla vial.
Ante este panorama, son los mismos residentes y comerciantes del sector quienes se reúnen para rellenar los huecos con materiales que compran de su propio bolsillo, y de esta manera mejorar un poco la movilidad.
Sin embargo, sus esfuerzos no han sido suficientes, ya que por el lugar diariamente circulan vehículos de carga pesada, lo que genera un mayor desgaste de las vías.
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Por otro lado, durante la temporada de lluvias, circular por el lugar es una completa odisea, los carros quedan atrapados entre los huecos, la accidentalidad aumenta y los habitantes de la zona no pueden salir de sus hogares porque el lugar se inunda, aseguró Henry Castro, habitante del sector.
Entre las cuadras con mayor afectación de esta problemática se encuentra la avenida quinta con calle segunda, la cual está completamente desgastada.
La calle quinta entre avenidas sexta y séptima, que comunica con el barrio El Salado, también se ha visto afectada, la falta de intervención ha dejado prácticamente incomunicados a los conductores con el anillo vial.
“Si arreglaran las calles, sobre todo la calle quinta, la circulación vehicular mejoraría porque sería un desfogue”, Dijo Castro.
El líder comunal también dio a conocer que en una ocasión la comunidad invitó a varios dirigentes políticos para darles a conocer las problemáticas con las deben lidiar diariamente y de esa manera brindar una solución, pero no asistieron.
En espera
La Opinión se contactó con la secretaría de Infraestructura para conocer si dentro del plan de recuperación de los 100 kilómetros de malla vial en la capital nortesantanderana, se estipuló una intervención en el barrio La Ínsula, pero la respuesta no fue muy alentadora.
Según el despacho, por el momento se planea intervenir principalmente la zona céntrica de la ciudad, además de darles prioridad a las vías donde hay mayor circulación de transporte público.
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