Las calles que vieron crecer al gimnasta Jossimar Calvo, mientras se preparaba y entrenaba para convertirse en el gran deportista que es hoy, se encuentran ubicadas en Belisario, un barrio de la ciudad ubicado en la comuna 8 de Cúcuta.

Su fundación se dió en el año 1980, cuando en sus inicios era llamado por sus primeros habitantes como ‘La Pedregosa’ debido a que en sus calles había gran cantidad de piedras.

En sus inicios este barrio fue una invasión que acogió a diferentes familias que venían de las zonas rurales de Cúcuta y que encontraron allí un lugar donde formar sus hogares y salir adelante.

También, estas mismas personas tenían que traer el agua a baldados desde barrios como Niña Ceci para sus necesidades diarias como bañarse, lavar, hacer comida y aseo.

Cinco años después de su fundación, en 1985 el Concejo de Cúcuta le otorgó al barrio el nombre de Belisario en honor al expresidente de Colombia, Belisario Betancur.

Este lugar ha sido construido y levantado gracias al trabajo de su comunidad, la misma que logró pavimentar algunas de sus cuadras. 

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El barrio cuenta con 73 manzanas, 1.400 casas y alrededor de 7.500 habitantes, que pertenecen a estratos o niveles socioeconómicos 1, 2 y viven de oficios informales y la minería.

De igual manera, cuenta con ocho avenidas y diez calles, donde hoy en día, casi la mitad de ellas se encuentran en mal estado. El ingreso al barrio es difícil debido a esta situación.

Las personas que visitan este lugar, pueden encontrar sitios como: La Parroquia San Francisco Javier, Iglesia Pentecostés Unida de Colombia, Centro Cristiano, canchas de fútbol, parques infantiles, el centro de salud comunitario, la Escuela San Vicente de Paul y el colegio Hermano Rodulfo Eloy. 

“Belisario es un barrio donde vive gente humilde, que viene del campo, la mayoría son personas honestas y trabajadoras”, mencionó Francisco Antonio Palacio Vargas, presidente de la junta de acción comunal. 

Gente trabajadora que se levanta a muy tempranas horas de la mañana a preparar la comida y arreglar a sus hijos para dar inicio a sus actividades diarias.

En cuanto a centros educativos, el barrio está dotado de dos sedes del colegio Claudia María Prada, donde se forman alrededor de 1.530 estudiantes. 

Belisario colinda con barrios como Niña Ceci, Doña Nidia, Nuevo Horizonte, Minuto de Dios, San Fernando del Rodeo, La Divina Pastora, entre otros sectores de la ciudad.

Sus puertas también se abrieron a los ciudadanos venezolanos que emigraron a tierras colombianas con el objetivo de mejorar sus vidas tras la crisis del vecino país. 

Son 40 años de fundación, vivencias, trabajo con la comunidad, esfuerzo y ganas de superarse. 

Necesidades del barrio

Al pasar los años el barrio no presenta mejoras en cuanto a los problemas de pavimentación y arreglo de calles, alumbrado público e inseguridad. 

De las 73 manzanas con las que cuenta, más del 30% de las calles están destapadas y sin pavimentar.

El problema aqueja también a las principales vías del barrio, aunque algunas se encuentran pavimentadas su estado ya presenta deterioro.

Los conductores que transitan por el sector deben hacer malabares para poder pasar y seguir con las diferentes rutas que conectan a Belisario con los demás barrios de la zona.

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“Le pedimos a la administración municipal que tome cartas en el asunto y nos colabore mejorando la malla vial”, manifestó Palacio. 

También aseguró que el barrio presenta un déficit de alumbrado y que esperan que se haga una expansión de redes y iluminarias, sobre todo en las avenidas principales porque la situación se presta para que los delincuentes hagan de lo suyas en horas de la noche.

El lugar conocido como “La Cañada”, un arroyo de aguas lluvias que atraviesa diferentes barrios de la comuna 8, también se suma a las problemáticas del sector, pues hacen presencia jóvenes y adultos consumidores de sustancias psicoactivas.

El presidente de la junta de acción comunal hizo un llamado para que las autoridades visiten el barrio y conozcan las diferentes situaciones que viven.

Actualmente en Belisario se creó un frente de seguridad, como resultado de un trabajo mancomunado de las personas y gestores comunitarios del CAI Niña Ceci.

“Con la comunidad la idea es crear más frentes de seguridad, donde podamos tener acceso a alarmas y cámaras”, finalizó el líder comunal. 

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