La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
¿Y usted qué opina?
Un hecho visto desde esas dos ópticas, cambia. 
Authored by
Sábado, 15 de Agosto de 2020

Un hecho puede verse de varias maneras si se parte de criterios distintos. Eso concluí hablando con amigos de cuál sería la nueva realidad post-pandemia. 

Hay tres de puntos de vista. Primero, el que cree que al país le sirve un modelo socialista, por cualquier razón; son la voz de la izquierda filocubana. En segundo término, estamos quienes tenemos el firme convencimiento que este país va camino a una venezolanización, y que ya están dadas las condiciones para ello, por lo que no es momento de “centralismos” peligrosos. Y, en tercer término, los que podríamos mencionar como de centro o socialdemócratas, que son los que aspiran a que el país salga de la “polarización” y se enrumbe por un camino tipo sociedad de bienestar europeo. En ese grupo están casi todos con los que hablé, personas inteligentes, estudiosas, trabajadoras, emprendedores, honestas, quienes a diferencia de los del segundo grupo creen que Colombia jamás caerá en un socialismo tipo Venezuela. Los de los grupos dos y tres somos defensores de la democracia liberal, y por eso, me referiré solo a ellos.

Un hecho visto desde esas dos ópticas, cambia. Por ejemplo, la detención del expresidente Álvaro Uribe por orden de la Corte Suprema de Justicia. Para los primeros, éste acto tiene un carácter netamente político y va en el mismo camino de los proyectos de ley “cuasi-expropiatorios” que está proponiendo la izquierda en el Congreso, la campaña de prensa contra las fuerzas militares y el no avance de procesos contra personas indiciadas de la izquierda. Para los segundos, la amenaza socialista es una estrategia de la derecha populista para perpetuarse; aceptan que hay algunos excesos “izquierdistas”, pero que es cuestión de encontrar el hombre apropiado, no de izquierda ni de derecha, para que enrute el país por una senda de crecimiento con justicia social.

¿Vamos hacia un estado socialista? Analicemos los principios rectores de la democracia liberal: el ciudadano como centro del estado, la regla de la ley, el monopolio absoluto de la fuerza en el estado, la economía de mercado, la libre elección de los dirigentes e igualdad de oportunidades para todos sin discriminación por razón de raza, religión, genero, entre otros. Y para hablar de verdadera democracia liberal, deben cumplirse todos. 

Ha hecho carrera en Colombia la frase “el bienestar común está por encima del privado”, que se ha querido llevar hasta que lo público está por encima de lo privado. En una democracia real hay derechos privados inalienables, por ejemplo, todos los asociados con minorías, no importa que diga la mayoría; la única restricción es la afectación de los derechos del otro. En la democracia liberal se busca que el estado esté controlado ante los excesos de “control social”. El problema de la justicia es claro: impunidad, inestabilidad jurisprudencial, principio esencial para la inversión privada, y en general, exceso de juridicidad sin justicia.

La razón es la politización de un poder que debería tener claridad democrática. En Colombia, jamás el estado colombiano ha logrado tener el monopolio absoluto de la fuerza, pero eso se “disfraza” con “conflicitividad política”. El modelo de estado semicolectivista y de economía extractiva, es el chasis en que se monta la corrupción como sistema; el estado se volvió un botín a c
onquistar. El derecho al desarrollo es el único derecho que en Colombia se omite, y se ha convertido la economía de mercado, generador de riqueza, en el enemigo. Las elecciones, son el caballo de Troya que han usado los enemigos de la democracia para destruirla: de Hitler a Chávez eso ha pasado. Y finalmente, la redistribución de la riqueza debe darse en infraestructura física, social y ambiental que permita nivelar las oportunidades para todos, sin ningún tipo de discriminación. 

Queda claro que Colombia nunca ha sido una democracia plena, y que los hechos muestran que cada vez se aleja más de ella. Hacia donde, es el gran interrogante. ¿Usted qué opina?

Temas del Día