El Congreso de la República aprobó el presupuesto de regalías del país, donde le corresponde al Departamento Norte de Santander, la nada despreciable suma de 620 millones de pesos, para el bienio 2019 – 2020. Este importante recurso debe ser administrado por la Gobernación del Departamento que deberá presentar proyectos al Sistema para su aprobación, los cuales deben estar previamente estructurados.
Qué importante hubiese sido que ya tuviéremos los estudios de factibilidad del Puente Mariano Ospina, de la vía Cúcuta-El Zulia, eliminando las especulaciones sobre su valor y garantizando claridad conceptual y técnica del tipo de estructura necesaria para atender los requerimientos del tráfico de la zona. Sin embargo, debemos ahora esperar que INVIAS haga los estudios el año entrante, para empezar a caminar de manera cierta al logro de la solución definitiva.
La región no puede seguir pasiva frente a este tipo de iniciativas, esperando se informe donde invierten los recursos del Sistema y por el contrario, debe incidir en las iniciativas para evitar que los recursos sean atomizados en proyectos de bajo impacto para la región, pues es el único recurso de libre inversión significativo, que permite pensar en proyectos estructurales de desarrollo económico y social.
Desde esta columna de opinión, hago un llamado a la clase parlamentaria y gremial, para que el próximo año electoral, estos recursos no terminen reducidos en pavimentaciones de un kilometro o tabletas en los colegios. Necesitamos avanzar en materia de inversión trasformadora, apostándole a proyectos de impacto para la región y salir de una vez por todas, del letargo en el que nos encontramos.
Con estos recursos de regalías, podríamos atender los pontones de la vía astilleros-Tibú y dignificar a una región rica en producción minero-energética y agrícola, tan golpeada por la violencia, producto del abandono sistemático del Estado. Asimismo debemos construir un verdadero recinto ferial para el área Metropolitana de Cúcuta, como centro de negocios y vitrina de las diferentes cadenas productivas de nuestro departamento.
El Área Metropolitana de Cúcuta requiere un Parque Industrial que albergue las futuras empresas industriales y las existentes, a través de un proceso de reubicación, con un adecuado y planificado modelo de industrialización, basado en políticas que promuevan un incremento de la inversión privada y generen empleo.
Existen inversiones en materia de educación y salud muy importantes, pero deben ser atendidas por el Sistema General de Participaciones como inversiones sectoriales específicas y aprovechar las regalías para hacer las inversiones diferenciales que se constituyan en la verdadera plataforma de desarrollo de la región. Por eso lanzamos este grito agónico a la región, por favor utilicemos bien las regalías.