La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Recordar es vivir
Y llegó el día del evento macro de la música. Se presentaron en Cúcuta delegaciones de 13 universidades.
Authored by
Miércoles, 31 de Agosto de 2016

Los colombianos del común hemos observado desde hace varias décadas, la importante trayectoria que como cantante y compositor ha tenido Galy Galiano. Incluso, por estos tiempos, se está promocionando en RCN la telenovela “Todo es prestao” que hace referencia a su vida. A propósito de este acontecimiento, he querido registrar algo gracioso y pintoresco que ocurrió con este personaje en septiembre de 1982, cuando la UFPS cumplió sus veinte primeros años de vida.

Para celebrar estas importantes efemérides, logramos que la UFPS fuera la sede del Festival Nacional Universitario de Interpretes de la Canción y el XIII Campeonato Nacional Universitario de Futbol. Yo, fungía como director de Bienestar Universitario y como tal, dirigí los dos eventos.

En relación con el certamen de futbol, de la mano de don Víctor Pignanelly, la UFPS se clasificó Campeón Nacional, por primera y única vez en la historia del balompié regional.

Del Festival de la Canción, recuerdo que sin muchos recursos, “echamos la casa por la ventana” en la organización. Realizamos los festivales universitarios de la canción, a nivel interno y regional. Estos eventos fueron verdaderas apoteosis por la calidad de los participantes y la cantidad de asistentes. Éxito rotundo y buen presagio para el festival nacional.

Y llegó el día del evento macro de la música. Se presentaron en Cúcuta delegaciones de 13 universidades. La UFPS llevó al evento dos estudiantes ganadores de los concursos interno y regional. El festival se hizo en el Teatro Zulima ante cerca de 1.000 personas. Todo el mundo sabe que la capacidad del teatro era y es de 700 sillas, pero la gente se sentó en el suelo de los corredores y estuvo de pie en la parte de adelante y de atrás del teatro. Hacía calor y el aire acondicionado no daba abasto. Pero la gente no se movía sino a comprar sus refrigerios porque el festival duró desde las 3:00 de la tarde a las 10:00 de la noche.

Entre la actuación de cada cinco de los 15 participantes y de cada una de las dos rondas, la organización incluyó la participación de solistas y conjuntos reconocidos de la ciudad. Hubo participación de grupos de cuerdas, papayeras, mariachis y vallenatos. Nadie se quería quedar por fuera y la gente gozó mucho con la variedad del espectáculo.

Ocurrió un hecho insólito, que hoy después de 34 años, quiero compartir. Un señor delgado, joven, de negro hasta los pies vestido, estaba a “la pata mía”, me seguía como loco y se me ofrecía insistentemente a participar. Contra mi voluntad acepté “para quitármelo de encima”. Su nombre artístico era Galy Galiano. Cuando empezó a cantar, su voz era tan sonora y tan potente que la gente lo abucheó creyendo que estaba doblando. Él, sin inmutarse, dejó el micrófono en el suelo y siguió cantando “a capela”. Entonces, los asistentes, aceptando la calidad del artista, no paraban de aplaudir. Fue realmente emocionante el momento y para mí, muy grande la lección. Como corolario, me quedó que: “A todo el mundo hay que darle la oportunidad”. Esta seguramente fue la oportunidad para Galy y de sus primeras presentaciones en un teatro. Averiguando después supe que por ese tiempo, él, todas las noches participaba como artista en un negocio nocturno de San Luis, denominado Ciudad Llanera.

Regresando a lo del Festival Nacional Universitario de la Canción, hay que agregar que fue muy alta la categoría de los participantes e infinita la aceptación del público. Con un buen equipo de especialistas en el jurado calificador, la estudiante Consuelo Martínez de la Universidad de Caldas resultó ganadora del Festival y la gente estuvo de acuerdo con el veredicto.  

 

Temas del Día