La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Plan maestro metropolitano
La planificación urbana metropolitana debe ser integral.
Authored by
Sábado, 29 de Julio de 2023

Es abundante y creciente la literatura técnica sobre medidas de adaptación al cambio climático manifestado en eventos climáticos extremos: oleadas de intenso frío o calor, sequías extremas con los consecuentes incendios masivos o lluvias torrenciales que crean inundaciones graves. El problema con la palabra clima en español es que no divide como en el inglés los eventos atmosféricos de corto plazo del comportamiento de la temperatura en el largo plazo. La primera en inglés se dice Weather, la segunda Climate; en esta columna clima se refiere a weather.

La literatura técnica referida parte que esos climas extremos serán permanentes y que debemos adaptar nuestras ciudades a sus efectos. Estamos viviendo ahora una oleada mundial de calor, que varios investigadores ya proponen ponerles nombre, como a los huracanes, para destacar su capacidad de daño. “Si no nos hidratamos, a los 41oC de temperatura ambiental, las células del ser humano comienzan a morir. Si la temperatura sigue aumentando comenzaría la deshidratación hasta los 55 grados, que es la temperatura máxima que el ser humano puede soportar. A los 60°C sobreviviríamos solo diez minutos”, registra el canal español Telemadrid al entrevistar personal médico.

Debemos adaptarnos al clima extremo tanto dentro de las viviendas como en la ciudad. Las primeras son ámbito privado mientras la segunda es pública. En el ámbito privado deben exigirse viviendas con diseño solar pasivo adecuado y climatización eficiente. El poco uso de la refrigeración se debe al alto costo de la energía eléctrica, que podría aliviarse mediante distritos térmicos en la ciudad, por su economía de escala.

Para adaptar la ciudad a eventos climáticos extremos, la planificación urbana metropolitana debe ser integral y no mediante proyecticos independientes con mínimo impacto positivo, y en muchos casos, con fuertes impactos negativos. Las ciudades referentes manejan Planes Maestros de Largo Plazo, desde la escala local a la metropolitana que tienen en cuenta las complejas interrelaciones de los diferentes subsistemas. Vayan algunos ejemplos. El diseño de edificios “independiente” de su entorno, pueden crear islas de calor, por un inadecuado flujo del aire; eso debe quedar codificado.

El pavimento flexible (asfalto) por su color captura rayos ultravioleta de sol que irradia en la noche calentando el ambiente, por lo que habría que combinar pavimento rígido (concreto) con evitar islas de calor en espacios de concentración urbana. Pero llegar a eso, primero se requiere categorizar la malla vial urbana en vías troncales, secundarias y locales geolocalizadas. Tratar de reordenar los flujos de personas y viales mediante un adecuado replanteamiento urbano de células urbanas es prioritario.

Ese objetivo, a su vez, no es posible sin tener claro un adecuado sistema de transporte masivo, integrado, que a su vez va a impactar en los usos del suelo. En general, la ciudad es más caliente porque cambió superficies permeables de vegetación con superficies impermeables por lo que muchas terrazas hoy se usan como zonas verdes. Pero para evitar quitar más superficie natural es imperativo densificar la ciudad, creciendo verticalmente, con el riesgo de las islas de calor y densificar implica también fortalecer el sistema de transporte público masivo. Y considerar construcción subterránea como ya hacen muchas ciudades de climas extremos. Hay que buscar equilibrios en los sistemas complejos.

 “Ordenar” una ciudad, un sistema de sistemas de comportamiento orgánico, no es un trabajo de órdenes y prohibiciones burocráticas, sino un  ejercicio de pensamiento sistémico que requiere mucho procesamiento de información, conocimiento, experiencia y ninguna consigna ideológica. Ordenar una ciudad es tomar medidas pensadas integralmente considerando todas las relaciones del sistema y adaptarnos a la respuesta que de la ciudad a esas medidas, porque ésta no va a hacer lo que nosotros queramos; hay que cambiar el paradigma de planificación como sueño, a la planificación como ciencia.

El Plan Maestro Metropolitano debe ser la visión sistémica de la planificación urbana; el POT seguirá siendo la visión lineal, “política”, de proyecticos. Es buen tema para un debate de candidatos a alcaldes.

Temas del Día