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Pamplona, el Provincial y Francisco de Paula
Los estudiantes llegaban, atraídos por la calidad de la enseñanza y por el clima de Pamplona.
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Jueves, 29 de Octubre de 2015

Hace ya un jurgo de años estudié en el entonces Instituto Piloto, hoy ISER, y los recuerdos de aquella Pamplona me atropellan y me llenan de nostalgias. Pamplona era, entonces, la ciudad estudiantil del oriente colombiano.

En cada cuadra había un colegio y a ellos llegaban, por montones, estudiantes de Venezuela y de toda Colombia. Yo, por ejemplo, tuve compañeros de Antioquia, de la Guajira, de Cundinamarca, de Pasto, de Arauca, de Santander, de Barinas, de Rubio, de La Grita y de San Cristóbal. Y así, en todos los colegios.

Los estudiantes llegaban, atraídos por la calidad de la enseñanza y por el clima de Pamplona.

Pero entre todos los colegios sobresalía el Provincial, nombre con el que se conocía y se sigue conociendo al San José de Pamplona.

Recuerdo su banda de guerra, imponente, marcial, con movimientos uniformes, con “la mirada al frente, pecho de paloma y trasero de señorita”, como decían los mamadores de gallo, y trompetas y cajas que con sus sones ponían grifas a las muchachas y a los muchachos nos llenaban de envidia.

El Provincial tenía la mejor banda, el mejor equipo de fútbol, el mejor de baloncesto, el mejor grupo de teatro y los mejores coros.   

El Provincial era primero en todo. A esto añadía la gloria de haber sido fundado, según decían, por el general Francisco de Paula Santander cuyo nombre, el padre Alfonso María Pinilla Cote, historiador, profesor y defensor acérrimo de Santander, se encargaba de librar del olvido a que lo tenían sometido las esferas gubernamentales y educativas del país.

Los Hermanos lasallistas pusieron en alto el nombre del Provincial, a nivel nacional e internacional. Y sus alumnos se quedaban con las muchachas más bonitas de Pamplona y con los primeros puestos en todo y con la admiración de todo el mundo.

Loas lasallistas se fueron, pero el colegio ha seguido pujante y vigoroso. Esta semana está celebrando 200 años de fundado, récord que no todos los establecimientos educativos alcanzan.

No sé si el Provincial seguirá siendo el Provincial de antes, pero su actual rector, Guillermo Acevedo, diligente y capaz, tiene los méritos suficientes para que el colegio se enfrente con éxito a los retos de su tercera centuria.

Y aunque no es cierto que el fundador hubiera sido el general Santander,  (en 1815 estábamos en plena guerra de independencia), la verdad es que en 1823, Santander desde la vicepresidencia de la Nueva Granada, le dio vida, recursos y lo inscribió en la senda del saber, hasta el punto de que se le puede considerar fundador, al lado del obispo Rafael Lasso de la Vega, quien lo inició en 1815.

De manera que los pamploneses están de fiesta. Los ex alumnos están de fiesta. Los actuales estudiantes y sus papás, y los docentes y las muchachas están de fiesta. Y los que de una u otra manera estuvimos ligados a Pamplona estamos de fiesta. Colegios como el Provincial son un ejemplo en el acontecer educativo de nuestro país.

La Academia de Historia de Norte de Santander se congratula con esta efemérides, y una delegación, encabezada por el presidente, Iván Vila Casado, acompañará a las directivas y estudiantes del colegio, hoy 29 de octubre, en la celebración de los 200 años, y le cantará el japiverdi y le ayudará a soplar las velas y que los siga cumpliendo hasta el año tres mil. Tres mil y pico.  

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