El drama que viven hoy los venezolanos no se debe convertir en una telenovela sin sentido que solo sirva para llenar los noticieros del momento. Una vez más, la historia está por darle una oportunidad a Venezuela, y la van desperdiciar, si solo se concentran en Maduro y el resto de chavistas. La caída de Maduro no garantizará nada.
Recordemos la esperanza que sentía el pueblo venezolano, cuando pensaron que la llegada de Hugo Chávez en 1999 al poder significaría el fin de una élite egoísta en el Estado. Se dejaron seducir por la historia de este particular personaje. Era un militar apasionado por la historia del gran Simón Bolívar, de origen humilde y el autor de un intento de golpe de Estado en 1992. Pensaron que por ser drásticamente diferente en su aspecto y personalidad a los poderosos del momento, sería el líder ideal para Venezuela.
Los gobernantes representan lo que es y piensa el pueblo que les entrega el poder. La culpa no es de Chávez, ni de Maduro, la culpa es de la conciencia del pueblo venezolano desde el siglo pasado. Y cuando me refiero al pueblo venezolano, me refiero a todos, a su élite egoísta y a los venezolanos humildes que se dejaron llevar por la pereza que alcahueteaba el chavismo y su petróleo. Actualmente, el chavismo está muy degastado, más temprano que tarde su régimen reventará. Y es allí donde los venezolanos deben organizarse, ricos y pobres unidos, para entregarle el poder a alguien que piense en una distribución más equitativa de la riqueza. Porque al final, el error de la derecha y la izquierda ha sido gobernar para una sola parte de la población.
Si los enérgicos manifestantes de la oposición creen que cuando Maduro y sus secuaces mueran o vayan a la cárcel todo se arreglará automáticamente, cuan equivocados están. La caída del régimen es sólo la primera parte. Lamento mucho la injusticia que viven todos los presos políticos en Venezuela como Leopoldo López o el joven Lorent Saleh. Sin embargo, también lamento decir que la presencia en la cárcel de personajes como Leopoldo López, NO lo hace el próximo líder ideal para el país. Les doy el ejemplo de Hugo Chávez, estuvo preso entre 1992 y 1994, quedó como un mártir y pues ya saben el resto de la historia. Hermanos venezolanos, por favor, no se vuelvan a dejar llevar por el show, deben ser muy cuidadosos en vigilar a quienes les toque el turno en el poder cuando el chavismo caiga. Necesitan elegir un líder que, sin rencores, logre unirlos y motivarlos a trabajar arduamente los años que sean necesarios para recuperarse.
Con el precio del petróleo, los venezolanos tienen que entender que ya no son ricos, y que al igual que los colombianos tendremos que salir de la pobreza trabajando. Debemos aceptar que hemos sido corruptos y perezosos, necesitamos elegir gobernantes que representen el cambio que construiremos dentro de nosotros. Es preciso entender que cuando caiga el chavismo, deben abandonar el rencor, el egoísmo y la corrupción que los ha acompañado por tantas décadas. Porque es así, que los venezolanos verán como automáticamente Venezuela llega a la prosperidad que tanto anhelan.
