Las recientes encuestas traen confirmaciones. Una, el definitivo estancamiento de Petro en primera vuelta. Tocó techo. En la de Invamer está en 40,6%, en la de Guarumo en 37,9% y en la CNC está en 35,8%. Incluso en todas baja, menos en la de Guarumo donde su incremento es marginal. Dos, Fico Gutiérrez también está frenado. Si había crecido mucho desde las consultas de marzo, ahora solo crece marginalmente y registra 30,8% en Guarumo, 27,1% en Invamer y cae un un par de puntos a 20,8% en la de CNC. Tres, definitivamente habrá segunda vuelta. Cuatro, la caída definitiva de Sergio Fajardo. Baja al 5,1% (- 1,4) en Invamer, al 4,3% (-2,6) en Guarumo y al 4% (-3,2) en la de CNC. Si sigue así es perfectamente posible que no supere el umbral del 4% de votos que le da derecho a reposición de gastos.
Y una sorpresa, Rodolfo Hernández. Las tres encuestas son consistentes y prueban una tendencia innegable a su favor. En Invamer salta del 13,9 al 20,9% (+7), en Guarumo del 12,4 al 20,3% (+7,9) y en CNC del 9,6 al 19,1% (+ 9,5). Un crecimiento alto y rápido.
Y en segunda vuelta ya aparece dando la pelea con Petro. En la de CNC empatan con 40,5%, en la de Invamer la distancia es de 2,6 puntos (50 a 47,4), y en Guarumo está a 3,7 (45,2 a 41,5).
Pareciera que, pasada la concentración de los medios y la opinión en la celebración y los resultados de las consultas interpartidistas, que impulsaron a Fico, el ingeniero encontró aire. Le ayudo, creo, que Petro no volvió a los debates y lo dejó solo en el discurso anticorrupción.
Y esa parece ser la clave de su ascenso. Hernández, a ojos de sectores ciudadanos importantes, encarna el hastío frente a la corrupción y el hartazgo con los políticos tradicionales. Por un lado, si la campaña de Petro es una inmensa cloaca donde están todos los violentos, bandidos y tránsfugas con la peor fama, y Fico ha recibido el apoyo, abierto o tácito, de los partidos menos los verdes y los de izquierda, Rodolfo ha sido consistente en negarse a cualquier alianza. Por el otro, el santandereano ha estado temáticamente focalizado hasta un punto que un experto diría que es absurdo pero que a él le funciona. Solo habla de corrupción y nada más. No se le oyen ideas sobre salud, educación o infraestructura, por ejemplo, y de hecho ni siquiera tiene propuestas de fondo para implementar su discurso anticorrupción. Y nada le hace mella. La Fiscalía le imputó cargos por celebración indebida de contratos para favorecer a su hijo en un contrato. El asunto es serio: ya hay acusación formal y el juicio iniciará el 21 de julio, quizás con Hernández como presidente electo.
Dicen que Petro impulsó a Hernández. De ser cierto, le salió el tiro por la culata. Si pasa a segunda vuelta, Rodolfo ganará por margen suficiente. Frente a Petro, lo apoyarán quienes ahora están con Fico y todos los antipetristas. La pregunta es si logrará superar a Gutiérrez. Tiene ventajas: la tendencia, el viento de cola, venir de atrás, haber conseguido la atención de los medios y de la opinión en el preciso momento en que se viene las elecciones, es quien tiene más espacio para crecer. Pero son pocos días.
Como sea, si Fico no quiere llevarse una decepción mayúscula tendrá que hacer un enorme y original esfuerzo en televisión, radio y redes. Petro, que debe estar muerto de susto, estará rogando para que eso ocurra. Mientras tanto, sería bueno que todos supiéramos quien es Marelen Castillo.