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La capilla y el hospital
Es fácil pensar que si la estampilla es pro-hospital, lo lógico es que se invierta su producido en él mismo. 
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Sábado, 27 de Enero de 2018

Recuerdo que cuando era niño y de esto han pasado bastantes años, en mi barrio se constituyó una junta denominada Pro-capilla y su objetivo primordial era construir una capilla inicialmente y después un templo destinado a realizar allí todos los oficios religiosos católicos. 

Con el paso de los años ambos objetivos se cumplieron a cabalidad. 

Ese comité trabajo de manera voluntaria e incansable para recaudar dineros que ellos mismos manejaron e invirtieron en esa obra, nunca se usaron para cubrir otras necesidades, su destinación fue siempre exclusiva y en favor de la construcción del templo. 

Traigo a colación este relato personal a propósito de lo que está ocurriendo en el Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM) a causa de la ordenanza departamental que cambia al recaudador de los recursos provenientes de la estampilla pro-hospital y además condiciona a esa casa de estudio atención en salud, para quien está destinado ese dinero, que para hacer uso del mismo debe presentar un proyecto para que se le hagan los respectivos giros. 

La intervención de la Asamblea departamental consiste en la modificación que hizo a la ordenanza 014 de diciembre de 2008 mediante la cual se había creado la estampilla, la cual debe comprarse cuando se hacen contratos de consultoría, asesoría, mantenimiento, servicio profesionales, honorarios y otros, también al obtener certificaciones profesionales, de transporte y por muchos otros conceptos. 

El cobro lo hizo directamente el hospital hasta diciembre del año anterior y esos recursos eran destinados a los gastos propios del funcionamiento del hospital en forma autónoma. 

Es fácil pensar que si la estampilla es pro-hospital, lo lógico es que se invierta su producido en él mismo. 

Según la modificación hecha por la Asamblea de acuerdo con su sabiduría, quien queda facultado a partir de este mes de enero para hacer el cobro es la secretaria de hacienda departamental y los dineros podrán ser girados al HUEM para la atención de nacionales y extranjeros cuya atención esté autorizada por la ley, con la auditoria de una comisión creada por la Contraloría departamental.

Lo que no es fácil entender es por qué cambiar las cosas si están funcionando bien. 

Tal vez sea para tener el dominio y manejo de esta plata, o para darle otra destinación, cuando la lo razonable apunta a que si es pro-hospital, debe ser con exclusividad para el HUEM y sin más trabas o concesiones. 

Sin cabida a suspicacias, hay que preguntarse ¿por qué hay ahora tanto interés en lo producido por la estampilla por parte de los diputados y el gobernador? 

Si hubiera sido por malversación de parte de la administración del hospital ya se sabría y nada se ha dicho en este sentido, entonces debemos eliminar esa posibilidad. 

Entre tanto y tal como lo hacen saber los sindicatos del hospital sería de mayor provecho que la Asamblea departamental, si está preocupada por la suerte del HUEM, se ocupe de hacer la debida gestión para lograr que le sean pagadas todas las cuentas que le adeudan las EPS y ARS, con ello se lograría un mejor desempeño y un funcionando sin tropiezos financieros. 

Por ahora haré una visita a la virgen de Belén en el templo que construyó el comité Pro-capilla para rogarle que ayude a gobernar a quienes tienen la sartén por el mango en Norte de Santander.

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