Todos los jueves a partir de las diez de la noche, se inician las competencias de motocicleta sobre la avenida llamada por algunos Club Tenis, otros Pinar del Río en fin, aunque aún no tenga nombre oficial todos los residentes en esta ciudad y el vecino municipio Los Patios, saben de qué estamos tratando.

Los intrépidos conductores de motocicleta, saben perfectamente que para ellos no hay autoridad y por eso estrangulan los aceleradores de dichos vehículos generando ruido estrepitoso y riesgo para los demás conductores que desprevenidamente transitan por el sector.

Es curioso que a pesar que parte del grupo de automotores de la Policía Nacional que se surte de combustible en la estación de servicio Pinar del Río, no perciban lo que sucede y menos creíble que ignoren la situación, si tenemos en cuenta que es una ruta obligada de tránsito para llegar al comando de tan querida institución.

Entiendo perfectamente que la ciudad no posee espacios para dicho deporte porque entre otras cosas tampoco ha tenido espacio para otros deportes porque ese tema poco les interesa a gobernantes de turno.

Sería muy interesante preguntar no solo a los responsables de la movilidad sino a los demás actores como el Defensor del Pueblo, el Personero de Cúcuta y otros que entrevistaron recientemente por este mismo medio cuando se les interrogó sobre la caótica situación de los semáforos y encontraríamos  las mismas explicaciones ridículas que dieron en ese momento y sobre esto considero que casi todos perdieron el examen.

¿Acaso necesita algún funcionario una denuncia para actuar de oficio?

¿Será que están de acuerdo que las vías arterias, principales y alimentadoras se conviertan en pistas de carreras para motocicletas y que estos “personajes” no se den cuenta de lo que sucede?

Considero que todos los deportes requieren de escenario respectivo y por eso no me parece correcto que a falta de espacios tengamos que permitir que unos niños jueguen con sus motocicletas para que su adrenalina fluya y entonces tendríamos que aceptar el desarrollo libre de la personalidad.

Los responsables de la movilidad en la parte operativa deben aplicar las medidas de inteligencia pertinentes para que estos ejercicios ilegales que se suceden además en los anillos viales tengan los correctivos del caso.