Amables Lectores: La Federación Nacional de Cafeteros cumplió 90 años de institucionalidad. Los cultivadores del grano recuerdan con admiración y agradecimiento a aquel grupo de visionarios que el 21 de junio de 1927 durante el desarrollo del II Congreso Nacional Cafetero crearon esta organización gremial. Noventa años, cronológicamente son muchos pero muy pocos para una organización que ha sido a través de estos años, no solo una historia económica sino ante todo social. El desarrollo de nuestro país está ligado al café en áreas prioritarias como salud, transporte, educación, recreación, investigación, desarrollo del icono Juan Valdés de gran reconocimiento internacional para nuestro país. En alguna época los cafeteros, con sus recursos económicos reemplazaron en muchas funciones al Estado colombiano y así lo agradece el ciudadano no caficultor.
En estas nueve décadas, la Federación Nacional de Cafeteros ha manejado exitosamente el término “resiliencia” que significa “capacidad de sobreponerse con éxito a las adversidades, para continuar en el camino del progreso”. Los asociados a través de los dirigentes gremiales organizados en los comités municipales y departamentales, han sido permanentemente enterados de las sequias y sus daños, igualmente de los efectos nocivos de los prolongados inviernos, de los problemas climáticos en el Brasil, de la broca, de la roya, de las semillas resistentes creadas por el centro de investigaciones de la Federación, Cenicafé, de bonazas, de la terminación de las cuotas cafeteras en la Organización Internacional del Café y del inicio de un comercio libre y altamente competitivo, sobre prácticas de soqueo y sombrío. Conocimiento de variedad robusta, desarrollo mecánico para disminuir costos en la recolección, parafiscalidad con el Fondo Nacional de Café, recursos aportados por los cafeteros que permiten el sostenimiento de la Federación. Esta docencia ha permitido que en cada colombiano se guarde una pequeña enciclopedia sobre la cultura del café. Los productores conocen con exactitud que su contribución al Fondo Nacional del Café es parafiscal y se gasta en cubrir los bienes públicos, escogidos prioritariamente por los mismos cafeteros como: “Garantía de Compra- Investigación cafetera-campañas publicitarias para incrementar consumo y desarrollo de cafés especiales buscando mayor ingreso para el productor.
Los días 11 y 12 de julio se celebraron, en Medellín, los 90 años de fundación de esta Federación con un foro mundial de productores. Asistieron africanos –asiáticos – centroamericanos –sudamericanos y muchos otros países considerados productores del grano. El tema central de este encuentro fue el “desarrollo sostenible de la caficultura”. Según el brillante economista Jeffrey Sachs, quien no necesita presentación alguna, asegura que “ser sostenibles” es la gran prioridad de la producción cafetera.
El economista Sachs afirma en entrevista publicada por el periódico El Tiempo, que en Colombia la distribución del ingreso se rige por los ciclos de las materias primas, con “auges y caídas”. Esto no es crecimiento sino bonazas de precios o vacas flacas. Nuestro país invierte muy poco en ciencia y tecnología, solo el 0.2% del PIB. Con el cambio climático la caficultura va a necesitar mayor inversión en tecnología. Israel, Corea del Sur y Suecia invierten en este rubro casi el 4% de sus PIB; esta es la estrategia adecuada en el largo plazo. Otra cosas es “pensar con el deseo”.