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El ombligo del año
Este mes tendremos tres lunes festivos, como quien dice, la vagancia en pasta.
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Miércoles, 3 de Junio de 2015

Con nadadito de perro el 2015 ya nos lleva a mitad de año. Aún resuena en los oídos el Tutaina tuturumá y aún estamos eructando el sabor de las hayacas de diciembre y aún estamos pagando las culebras que nos dejaron el estreno y las rascas de final de año, y ya se avecina el otro fin de año.

Cada día el tiempo vuela más rápido y no hay forma de detenerlo. Cada día más arrugas, más calvos, más gacharetos, más viejos.

Las muchachas que venden minutos en las esquinas deberían vender tiempo para alargar nuestra vida, en vez de vender minutos para malgastarlos hablando por celular.

Pero bueno, qué le vamos a hacer. Llegó junio, un mes al que algunos llaman el ombligo del año, por estar en la mitad. Ser ombligo no es ni bueno ni es malo. Simplemente está ahí en la mitad.

En Sardinata hubo una vez un almacén llamado El ombligo. Era el centro de compras de todo el mundo.

Las mujeres de antes se cubrían el ombligo por pudor. Las de ahora lo muestran con desparpajo. Y lo adornan con tatuajes y candongas. Y los muchachos analizan el ombligo de las muchachas antes de iniciar la carreta de la conquista amorosa, para conocerle la textura, la profundidad, su forma.

Hay ombligos feos y ombligos más feos. Ningún ombligo es bonito, míresele por donde se le mire. Pero algunos tienen simpatía, atractivo, carisma que llaman.

En los reinados de belleza los jurados miran, además de las piernas y la cola y el rostro, el ombligo de las candidatas. Un ombligo puede dar una corona o destruir un trono.

“Por sus ombligos las conoceréis”  dice el refrán de ahora, copiando a san Pablo, que se vino con aquello de que “Por sus obras los conoceréis”. Quiere decir que si el ombligo es tierno, la muchacha será un dechado de ternura.

Si es gracioso, ella será alegre. Pero si es deforme, ella será una amargada. Si el ombligo es salido, lo mejor es dejarla pasar.  Eso dicen los ombligólogos.

“Como sea tu ombligo, así será tu vida”, dice otra copialina bíblica. De ahí la importancia que tiene el ombligo para definir el futuro. Sicólogos y curanderos se atienen al ombligo para sacar sus conclusiones.

Así las cosas, el ombligo del año, deja ver cómo van las cosas. Si junio llega cargado de deudas, significa que el resto del año no será bueno para capitalizar, porque primero hay que pagar lo que se debe.

Si junio llega atiborrado de peleas con la mujer o con la suegra, el resto del año no será mejor.

Pero si en este mes la chequera resulta abultada, buenas cosas se avecinan. Póngale la firma. Si la amiguita está bien en junio, seguirá bien el resto del año.

Hay cosas muy buenas en este junio que acaba de comenzar. Es el mes de la Copa América, de modo que tendremos fútbol por montón y celebraciones y pretexto para jartar guarapo.
   
Para los rezanderos, este es el mes del Sagrado Corazón de Jesús. Pediremos por los pecadores para que no se los lleve el Mandingas.
   
Este mes tendremos tres lunes festivos, como quien dice, la vagancia en pasta.
   
Y, por si fuera poco, este es el mes de nosotros, los papacitos. Con ombligos así, la vida es muy sabrosa.

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