Seguimos en cuarentena -aislamiento social obligatorio, dice la norma- y hay que buscar distracción variada para evitar el tedio, porque una sola actividad no es recomendable.
¿Qué hacer, entonces, en estos días de cuarentena? Ver y escuchar televisión en familia, aprovechar para organizar cosas pendientes: la biblioteca, documentos, leer, estudiar y consultar ocasionalmente las redes sociales. Dos aclaraciones: primero, alguna vez, en la campaña presidencial de 1982, cuando Carlos Lleras Restrepo se oponía la reelección de su copartidario Alfonso López Michelsen y apoyaba al disidente Luis Carlos Galán Sarmiento, mencionó en el ágora eso de “Ver y escuchar televisión”, y en algún artículo de su revista Nueva Frontera, lo repitió. ¿Tiene razón? Creo que sí, porque generalmente nadie se sienta a ver sólo imágenes, tiene que activar el audio; segundo, digo “consultar ocasionalmente las redes sociales”, para seguir de alguna manera la recomendación del amigo historiador Silvano Pabón Villamizar: “Olger, si usted quiere estudiar sin distracción, tiene que eliminar su cuenta de WhatsApp”. No puedo eliminarlo, pero sí imponerme normas para disciplinarme.
A propósito de redes sociales, un amigo escribe en su muro de Facebook que “Lo que el gobierno impuso es un aislamiento social obligatorio por 15 días (quincena), diferente a una cuarentena (40 días)”. Tan firmes que creo tener lo aprendido y el amigo de Corinto, Valle, me puso a dudar. Voy directamente a la página de la RAE y consulto en su Diccionario la palabreja, encuentro varias acepciones pertinentes y la que nos interesa, las cuales transcribo con el número que le corresponde: 3. Conjunto de 40 unidades; 4. Edad comprendida entre los 40 y 49 años; 5. Tiempo de 40 días, meses o años. Pero la acepción No. 7 es la que nos interesa: “Aislamiento preventivo a que se somete «durante un período de tiempo», por razones sanitarias, a personas o animales”. Fíjese el lector que la definición dice “durante un período de tiempo”: 5, 10, 18, 30, 40 días, o más, es decir, hasta el 13 de abril o 30 de mayo, susceptible de prórroga.
Finalmente, mañana primero de abril se cumple el centenario del nacimiento de Guillermo Buitrago: Guillermo de Jesús Buitrago Henríquez, nacido en Ciénaga, Magdalena, en 1920. Lo sé por amigos costeños que en los años ochenta, del siglo XX, cuando vivía en Barranquilla, me invitaban a Ciénaga, al Festival Nacional de Música con Guitarra “Guillermo Buitrago”, certamen que no era muy conocido y hoy no sé si aún se realiza. Sería una lástima porque divertía y se admiraba a verdaderos maestros puntear la guitarra. ¿Quién no se deleita aún con las canciones de Buitrago y su particular entonación? La víspera de Año Nuevo, El ron de vinola, Compae Heliodoro, Las mujeres a mí no me quieren, etc. ¡Ah!, ron de vinola es el artesanal, el mismo bolegancho, tapetusa, ñeque o chirrinche. ¡Cuántas remembranzas vienen a mi mente en estos días de confinamiento hogareño!