Después del triunfo irrefutable del candidato Gustavo Petro, así la diferencia haya sido mínima y el doctor Rodolfo Hernández Suárez haya reconocido inmediatamente el veredicto popular, se ha presentado una serie de situaciones de mecánica política que a unos ha dejado boquiabiertos y a otros ha dejado conformes.
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1. Sea lo primero mencionar que se pensó que lo que los medios de comunicación capitalinos llamaron “Petrovideos” convertiría en cadáver político a uno de sus principales protagonistas, el senador Roy Barreras. Hasta dos días después de la contienda electoral del domingo 19 de junio nadie daba cinco centavos por Roy Barreras, pero, se convirtió en el organizador de la coalición parlamentaria que acompañará al presidente electo, quien avaló la aspiración de Roy para presidir el Senado durante la primera legislatura. Hay que anotar también que otro aspirante a la presidencia del Congreso, como Gustavo Bolívar, representante de una izquierda radical y petrista purasangre, no estuvo de acuerdo con que se le confiriera a Roy esta alta dignidad donde, según el ungido, “Espera transmitir un mensaje de garantías y de equilibrio”.
2. Los presidentes de la República, por el solo hecho de serlo, tienen un puesto asegurado en la historia, les haya ido bien o mal. De un momento a otro quisieron agregarle a su palmarés ser los impulsadores de una reforma constitucional, al estilo de Miguel Antonio Caro y Alfonso López Pumarejo, quienes la hicieron en su momento con éxito; como también la que impulsó el coterráneo Virgilio Barco Vargas y coronó César Gaviria Trujillo con la convocatoria a la Asamblea Constituyente de 1991, la que expidió la Constitución de 1991. Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay Ayala fracasaron en el intento porque la entonces Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia se las declaró inexequibles. A lo anterior hay que agregar que los expresidentes -liberales y conservadores, y en el futuro los de izquierda- quieren mantener un poder agazapado “capturando” alta burocracia estatal. Recientemente en W Radio el expresidente Ernesto Samper Pizano dijo que César Gaviria Trujillo debería dar un paso al costado
como jefe del Partido Liberal, la periodista le responde que tanto él y demás expresidentes conservadores deben hacer otro tanto, extendido a la intervención en política en términos generales. Es tan arraigado el presidencialismo colombiano que cuando un ciudadano deja la presidencia de la República se le sigue diciendo “Presidente”. Parece que es mejor que sigan con la calidad de “Muebles viejos”, como se autocalificó el expresidente Alfonso López Michelsen y soterradamente lo hizo extensivo a los demás exmandatarios.
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3. Sobre la reforma tributaria del presidente electo los ciudadanos que tributamos no la teníamos clara con lo que se decía en plena campaña, porque las cifras eran astronómicas, dando la impresión que sobre las mismas los “científicos” del Pacto Histórico no habían hecho ni una suma ni una resta. El exministro Juan Camilo Restrepo trae a colación las palabras de Ricardo Bonilla González, economista de la Universidad Nacional y exsecretario de Hacienda de Bogotá del entonces alcalde Gustavo Petro, quien manifiesta que “a las propuestas de carácter económico que se hicieron durante la campaña hay que ponerle números claros, porque los de la campaña eran hipotéticos”. El realismo parece estar imponiéndose, aclara Juan Camilo Restrepo. Aun así, sigue la incertidumbre en muchos aspectos.
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