
Si seguimos analizando a Gustavo Petro desde nuestra lógica democrática, y no desde la suya, toda estrategia estará condenada al fracaso. Él actúa con un libreto probado en el socialismo del siglo XXI: convertirse en víctima y perpetuarse en el poder. Cuatro líneas de acción lo evidencian:
1.Milicianización del poder
Las famosas “asambleas populares” convocadas por Petro son estructuras impulsadas desde la presidencia para presionar y reemplazar, de facto, a los órganos elegidos. Lo mismo ocurre con la primera línea y con la minga indígena, siempre listas para llenar plazas cuando el Gobierno necesita músculo callejero. Se trata de un poder paralelo, diseñado para blindar al gobierno y acallar al disidente.
El discurso de lucha de clases, que el presidente repite constantemente, busca inocular resentimiento social. Ese resentimiento sirve como gasolina para alimentar la confrontación, justificar el desorden y debilitar las instituciones.
Ojo: no olvidemos que el M-19, operó en las ciudades precisamente a través de milicias urbanas.
2. Fortalecimiento de los grupos armados ilegales
Con la excusa de la “paz total”, se suspendieron órdenes de captura y de extradición, se cedieron territorios y se firmaron ceses al fuego que nadie cumple. Hoy, el Clan del Golfo domina cinco departamentos; el ELN se fortalece en Arauca, Buenaventura y el Catatumbo; las disidencias de las FARC avanzan por Cauca, Valle, Nariño y Putumayo.
Según la Defensoría, el 75 % de los municipios tiene presencia armada. Informes indican que los grupos ilegales pasaron de 15.000 integrantes en 2022 a 22.000 en 2024. Mientras tanto, el Gobierno otorga gabelas. No es paz: es complicidad.
3. Desinstitucionalización deliberada
Petro gobierna desde la confrontación. Ha llamado “golpistas” a las cortes y a los organismos autónomos cuando no le dan la razón. Ha amenazado con una constituyente si no le aprueban sus reformas y ataca sistemáticamente a empresarios, sectores de la sociedad civil y medios de comunicación.
Entidades técnicas hoy operan como policía política. Ejemplo de ello: la Supersalud, la Superservicios y la SIC.
Además, en distintas entidades están nombrando personas sin experiencia y se pagan influenciadores con recursos públicos para conformar un ejército digital de ataque a la oposición, como lo confirmó Gustavo Bolívar.
4. El libreto del fraude electoral
Petro ha denunciado fraude incluso en elecciones que ganó. En 2018 desconoció el resultado y se declaró en “resistencia pacífica”. En 2022 ganó, y aun así insistió en que “el fraude sigue vigente”.
Hoy, camino a 2026, la estrategia es más clara: el Gobierno anuncia una constituyente, y el jefe de Gabinete afirma que debe servir para habilitar la reelección, porque —según él— Petro debe quedarse 20 años. Todo indica que preparan el terreno para aplazar o desconocer las elecciones. Paradójicamente, quien más se ha beneficiado del sistema electoral es quien ahora lo ataca.
Llamado ciudadano
Lo que estamos viendo no es improvisación. Es una estrategia calculada para, llegado el momento, desconocer el resultado de las elecciones. Los ataques del presidente pueden ser más peligrosos que las armas. Cuando desde el poder se estigmatiza, se señala y se ataca, se pone en riesgo la vida misma en un país como Colombia.
Ojo: ya hay un candidato presidencial entre la vida y la muerte.
Frente a esto, no podemos quedarnos callados. Defender la democracia implica exigir garantías, fiscalizar cada paso y actuar.
Urge que las instituciones —las cortes, la Registraduría y los organismos de control— rodeen la Constitución y frenen los abusos. Los partidos deben unirse y no permitir que se siembre la idea de fraude ni se aplace la elección. Hay que convocar a la MOE, la ONU, la OEA y la Unión Europea para desplegar una misión conjunta, robusta y visible.
Debe lanzarse una campaña cívica que reafirme que participar fortalece la democracia.
Esta columna es un grito de unión. La democracia está en peligro real. O actuamos hoy, o mañana será muy tarde. Que nadie diga después que no lo sabíamos.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion