Mientras que el senador y precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, sigue luchando por su vida en una clínica en Bogotá, tras el grave atentado en su contra el pasado sábado siete de junio, en el entorno político del país se siguen generando pronunciamientos de repudio al acto, pero también de solidaridad y reflexión frente a la actual coyuntura nacional.
En las últimas horas, la canciller Laura Sarabia publicó un mensaje en el que hace un mea culpa y llama la atención sobre la forma cómo se está desarrollando la vida política en el país.
“No más violencia. Este debe ser el mensaje en que debemos confluir todos desde diferentes rincones, sectores y posiciones políticas de Colombia. No más violencia desde el discurso de redes sociales, no más violencia por la diferencia de ideas, no más violencia que nos distancie del objetivo de hacer la paz”, dijo la ministra en un video de poco más de cinco minutos.
Reconoció que este atentado es un llamado de atención para el Gobierno nacional, sobre sus responsabilidades. “Nos compromete a trabajar incansablemente por corregir nuestros errores, por desescalar el discurso que incita al odio y a la ira en público y en privado”, señaló.
Y anunció que convocó a la Celac, a todos los embajadores del país y a los embajadores acreditados en Colombia, para que se unan al clamor del pueblo colombiano en la búsqueda de la paz y en la garantía de la democracia.
Por su parte, Albert Ramdin, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), exigió una “investigación pronta y exhaustiva” que permita llevar ante la justicia a los responsables del ataque y advirtió que “la violencia de esta naturaleza no tiene cabida en una democracia”.
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Desde la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), manifestaron que “este lamentable hecho es la consecuencia directa del clima de polarización, odio y estigmatización que se ha instalado sobre la vida pública nacional, alimentando la intolerancia y poniendo en riesgo no solo la integridad de nuestros representantes, sino la estabilidad misma de la democracia”.
Entre tanto, los gobernadores que conforman la Federación Nacional de Departamentos, indicaron a través de la cuenta de X de la organización que “se unen en cadena de oración por la salud del senador” y anunciaron que estarán hoy en Bogotá para analizar y pronunciarse acerca de la grave situación de seguridad de las regiones, y los últimos hechos en contra de las instituciones y la democracia.
Una mano criminal que hay que identificar
El atentado contra Miguel Uribe Turbay sucedió en el momento en que el senador Iván Cepeda se encontraba en Cúcuta, en un foro organizado por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes Estado (Movice) donde se abordó toda la situación derivada de la crisis del Catatumbo, así como temas relacionados a la agenda política nacional.
En diálogo con La Opinión, Cepeda lamentó lo ocurrido con su compañero de Senado y pidió a las autoridades identificar el verdadero origen del atentado.
Y es que para Cepeda, la tesis de que este hecho sea consecuencia de la profunda polarización no es tan contundente. “Sí, está el ambiente pugnaz, pero eso no puede obviar que aquí hay una mano criminal que hay que identificar claramente”, planteó.
Respecto a si este hecho podría hacer que se desechara la idea de la Consulta Popular, Cepeda indicó que lo esencial ahora es la unidad de las fuerzas sociales y políticas, pero sostuvo que eso no implica dejar de lado la reforma. “Llegará la oportunidad para volver a abordar la Consulta, puede ser en los próximos días, pero el momento actual es de otra reflexión”, expresó.
Partidos políticos, al unísono, rechazaron el atentado
En un pronunciamiento conjunto, los partidos políticos de Colombia condenaron enérgicamente el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.
En un comunicado, las bancadas de gobierno y de oposición señalaron que este acto de violencia no solo amenaza la vida de un líder político, sino que también “socava los cimientos políticos de nuestra nación”.
Los firmantes se solidarizaron con Uribe, su familia y equipo de trabajo, y exigieron una investigación rigurosa para esclarecer los hechos.
Además, hicieron un llamado a la ciudadanía a reflexionar sobre la defensa de la vida, el respeto y la participación libre como pilares esenciales de la democracia colombiana.
“Hoy, más que nunca, Colombia necesita unidad, firmeza democrática y una política que defienda la vida”, concluyeron.
Senado pide reforzar seguridad
Tras el ataque que dejó en estado crítico al senador y precandidato presidencial del Centro Democrático, la Mesa Directiva del Senado emitió un comunicado en el que exige al Gobierno Nacional medidas urgentes para garantizar la seguridad de congresistas, candidatos y sedes legislativas.
El pronunciamiento, firmado por el presidente del Senado, Efraín Cepeda, y las vicepresidentas Lorena Ríos y Paola Holguín, advierte sobre los riesgos que enfrentan los líderes políticos en un clima de creciente polarización.
La corporación solicitó el fortalecimiento de los esquemas de protección y un entorno seguro para el libre ejercicio democrático, además de una investigación rigurosa que lleve a los responsables ante la justicia.
El Senado reiteró su compromiso con la defensa de la democracia e hizo un llamado a la unidad nacional para rechazar la violencia política y promover el respeto por las diferencias.
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La senadora oficialista María José Pizarro pidió a las bases del Pacto Histórico, influenciadores y medios de comunicación, abandonar y rechazar mensajes de venganza, odio y convocatorias a la violencia.
Solidaridad desde Cúcuta
Líderes del Centro Democrático en Cúcuta expresaron su rechazo al atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, ocurrido el 7 de junio en Bogotá. En un comunicado, el representante Juan Felipe Corzo, el diputado Juan Diego Ordóñez y los concejales Álvaro Raad y Carlos Dueñas condenaron la violencia política y advirtieron que estos hechos socavan la democracia.
Pidieron una investigación urgente y medidas de protección para líderes políticos y sociales, especialmente en el contexto preelectoral. Los dirigentes reiteraron su compromiso con una política basada en ideas y no en armas, e instaron a actuar con sensatez y firmeza para evitar la impunidad y garantizar la participación libre y segura.
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