El evento de difusión del Plan se llevó a cabo en el Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería de Colombia.
“Es claro que ningún país puede encarar los retos que conlleva la movilidad humana de forma solitaria [...] Cuando todos los países de la región permitamos que migrantes y refugiados accedan a oportunidades de inclusión y servicios [...] transformaremos las migraciones en una oportunidad para el desarrollo”, mencionó Laura Gil, viceministra de Asuntos Multilaterales.
Este informe también habla de posibles estrategias a implementar para reconocer las necesidades de poblaciones como la migrante de origen venezolano, colombianos que retornaron desde Venezuela y finalmente, “comunidades locales de acogida”.
Colombia, por ejemplo, es el país que más migrantes venezolanos ha recibido en la última década, a raíz del gran éxodo proveniente del vecino país. Según datos de Migración Colombia, alrededor de 2.5 millones de ciudadanos de Venezuela viven en Colombia. Esto representa una cifra similar a la de la población total de departamentos como La Guajira y Tolima juntos.
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Además, el GIFMM ha detectado que esta población migrante no cuenta con el acceso a todos los servicios. Por ejemplo, en la Evaluación de Necesidades, un documento realizado por esta entidad, se concluyó que aproximadamente 1 de cada 2 personas migrantes solo tienen acceso a dos comidas en el día.
En el acceso a otros servicios también demuestra su gran vulnerabilidad: solo 1 de cada 4 consumen agua de calidad, y el 36 % de ellos vive en condición de hacinamiento. Finalmente, un tercio de todos los encuestados para la evaluación corren el riesgo de ser desalojados de sus viviendas.
Así mismo, la encuesta Pulso de las Migraciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, reportó que el “85 % de la población venezolana en Colombia tuvo dificultades para tener un trabajo pago, un porcentaje casi al 90 % entre las mujeres”, según informó CNN.
Si bien el número de personas que requieren asistencia es alto, el informe también insiste en lo importante del enfoque diferencial a la hora de atender a este sector de la población.
Mireille Girard, miembro de la Agencia de la ONU para Refugiados, Acnur, en Colombia profundizó en que son “los niños y las mujeres quienes tienen mayores condiciones de vulnerabilidad. Por tanto, [...] depende de nuestros esfuerzos [...] aliviar el drama que implica la decisión de muchas personas de salir de su país”. En cuanto a la población de jóvenes, uno de cada cuatro no asiste a la escuela.
Esta realidad ha propiciado entonces el inició de un Plan Regional de Respuesta a Refugiados y Migrantes, encabezado, por un lado, por la Plataforma de Coordinación Interagencial, y en segundo, por la Acnur. Este Plan está diseñado para ponerse en ejecución en “31 de los 32 departamentos del país [...] con prioridad en la zona de frontera”.
Esta estrategia para atender a la población migrante ha establecido que se requiere apoyo en “sectores como integración, educación, salud, seguridad alimentaria, protección (violencia basada en género, niñez), agua, saneamiento e higiene, entre otros”.
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