Hace más de 30 años, durante el ‘Paro del nororiente’, el Gobierno Nacional y los campesinos pactaron la construcción de una carretera que conectara a la región del Catatumbo en lo que sería el ‘Anillo vial para la Paz’.
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La propuesta buscaba la adecuación y el mantenimiento de los corredores que conectan a los municipios de El Tarra-San Calixto y Hacarí para mejorar las condiciones de vida de los moradores de la zona.
Pero los años han pasado y el proyecto solo se ha ejecutado en una parte, según indicaron los labriegos de la región quienes reclaman celeridad en los trabajos.
Hoy los agricultores teniendo en cuenta el pésimo estado de las arterias viales, producto de la intensa ola invernal, reclaman cumplir con lo prometido.
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En los tramos se evidencia un alto deterioro de la infraestructura vial perjudicando la movilidad de las poblaciones y el transporte de los productos agrícolas hacia las plazas de mercado.
La demora los perjudica
En el paro campesino del 2013 se logró que el gobierno departamental realizara los estudios y diseños por el orden de los $4 mil millones.
Además, producto de la lucha se logró que con recursos de regalías se destinaran $18 mil millones para la construcción de 4 grandes puentes sobre el río San Miguel en el municipio de Hacarí y la quebrada de Santa Catalina de San Calixto.
En el mes de enero de 2020 comenzaron las obras por la firma ganadora de la licitación, allí renacían las esperanzas de los líderes sociales.
Sin embargo, con gran preocupación han visto cómo desde diciembre del año pasado los trabajos se paralizaron, los contratistas se han ido y las obras quedaron a medias.
Las comunidades siguen a la espera para que se culmine el macroproyecto y se realice el mantenimiento de las carreteras y puentes que conectan las distintas veredas.
El vocero comunal Orangel Galvis solicita a los entes de control la revisión del contrato, para continuar con la adecuación de la infraestructura vial.
“Se han convertido en elefantes blancos producto de la corrupción, mientras sufrimos los rigores de la temporada invernal”, mencionó.
Por su parte, el líder social Olger Antonio Pérez Quintero, censura el grado de abandono en la zona y solicita reiniciar los frentes de trabajo lo más pronto posible.
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“Es justo que el Gobierno Nacional mire a la zona del Catatumbo adecuando esas trochas que los antepasados abrieron a pico y pala. No entendemos cómo el consorcio se va de la zona y la estructura instalada se oxida, entonces se requieren las investigaciones”, puntualizó Pérez.
Acta de suspensión
El director de la Territorial de Invías en Ocaña, ingeniero Elías Jaime Fernández, respondió a las inquietudes de los voceros comunales y explicó las razones de la demora.
El profesional de la ingeniería indicó que en diciembre del año pasado se expidió el acta de suspensión, mientras Ocad Paz hacía unos ajustes en el Certificado de Disponibilidad Presupuestal para el respectivo adicional.
Fernández precisó que se invirtieron recursos por concepto de regalías del Órgano Colegiado de Administración Departamental, Ocad Paz, donde Invías adelanta la interventoría. “Se determinó un adicional presupuestal, pero no existía claridad sobre los recursos destinados para la obra y el asignado a la interventoría, entonces se hizo un acta de suspensión el primero de diciembre, mientras se define el valor real”, indicó el director.
El ingeniero explicó que el proyecto se encuentra en un 80% de ejecución y que en los próximos días la secretaría técnica de Ocad Paz estará activando la iniciativa.
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Están a la espera del Certificado de Disponibilidad Presupuestal e incorporar los $3.500 millones adicionales a la obra.
Habla el supervisor
El ingeniero Jorge Enrique Arias Sanguino profesional especializado de la Secretaría de Vías del departamento manifiesta que pronto se retomarán los trabajos para la adecuación de los accesos a los puentes.
Debido a que la entidad contratante de la interventoría INVIAS aún no ha superado los requisitos para la legalización de los recursos aprobados en mesa de OCAD PAZ, el CONSORCIO DICO-INCOL, quien cumplió con el tiempo contractual y financiero se encuentra a la espera los adicionales para la terminación del proyecto.
“El contrato a la fecha se encuentra en un porcentaje del 87,14% y se espera superar ese inconveniente para entregarlo a la comunidad”, reiteró.
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Explica a los labriegos que el contrato inicial estaba pactado a un año y debido a las condiciones climáticas e imprevistos se prorrogará por seis meses más. “Se estima para finales del presente año entregar la obra y se luego gestionar más recursos para la adecuación de la arteria vial que es fundamental en la región”, recalcó.
El ‘Paro del Nororiente’
En junio de 1987, hace 35 años, más de 20 mil campesinos de Arauca, Santander y Norte de Santander concurrieron a la movilización conocida como el ‘Paro del Nororiente’.
La protesta estaba encaminada a exigirle al Gobierno Nacional respuestas de demandas en salud, educación, vivienda, servicios públicos y vías de comunicación.
Precisamente en ese paro fue donde los campesinos del Catatumbo en su pliego de exigencias pedían al Gobierno Nacional la construcción de un anillo vial que uniera los municipios de San Calixto, Hacarí y el Tarra.
El gobierno de ese entonces se comprometió con los campesinos en construir esa vía, promesa que nunca cumplió.
Ante el incumplimiento por parte del Gobierno Nacional, las comunidades con sus líderes se dieron en la tarea de construir ellos mismos a pico y pala y con la ayuda de algunas administraciones municipales la trocha que finalmente uniría a estos tres municipios y que se conoce como el ‘Anillo Vial para la Paz’.
En la actualidad, en un estado lamentable y prácticamente intransitable se encuentran los 120 kilómetros de carretera que hacen parte del anillo vial para la paz. Este corredor vial sirve para que miles de familias campesinas puedan transitar y sacar sus productos a las cabeceras municipales, pero que en su estado actual es imposible hacerlo.
En el mes de enero del año 2020 dieron inicio a la construcción de estos puentes por la firma de ingenieros que se ganó la licitación. Pero con gran preocupación las comunidades han visto cómo desde diciembre del año pasado esta firma de ingenieros de la noche a la mañana no continuó con la construcción de los puentes, abandonando las obras sin que se conozcan los motivos por qué se dejaron inconclusas estas obras que eran la esperanza de los campesinos, ya que en tiempo de invierno es imposible cruzar el rio San Miguel y la quebrada Santa Catalina.
“Ya se cumplen 5 meses de encontrase abandonadas estas obras y en la actualidad lo que se puede observar son unas construcciones que poco a poco se las come la maleza, convirtiéndose en elefantes blancos. Las comunidades campesinas exigen a los órganos de control empezar una investigación a la firma de ingenieros y interventoría del proyecto”, indicó el líder social, Olger Pérez.
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“Hacemos un llamado a los entes de control y seguimiento a las obras que están proyectadas para el ‘Anillo Vial para la Paz’, ya que el consorcio y los contratistas se han ido y dejaron las obras a medias. Por eso le pedimos al Gobierno Nacional, departamental y local que se apersonen de esta situación del mal estado en las vías, estamos cansados de tanto engaño del Gobierno hacia el campesinado y las comunidades”, agregó.
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