Según un estudio, el cambio climático provocó que el huracán Harvey, que golpeó Texas en 2017 y es el segundo más costoso (más de 95.000 millones de dólares en desperfectos), tuviera 3,5 veces más de probabilidades de tener la fuerza que tuvo.
Lea también: Greta Thunberg denuncia "bla, bla" sobre el clima
Sin embargo, es en los países pobres donde estos fenómenos suelen ser más mortíferos. La WWA considera que las inundaciones devastadoras en Bangladés durante el monzón de 2017 tenían hasta dos veces más de probabilidades de producirse por el cambio climático. Un factor que seguirá subiendo si no se hace nada.
Hambre y sed como consecuencia: Varios años seguidos de sequía llevaron a Madagascar a una hambruna que recordó a una "película de horror", y llevó a la gente a comer barro, según denunciaron en junio varias agencias humanitarias de la ONU. Una crisis que según estas agencias se debe al calentamiento.
En 2018, los 3,7 millones de habitantes de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, estuvieron a punto de vivir un "día cero" sin agua corriente.
Lea también: Cinco destinos para disfrutar la semana de receso
En el este de África, las variaciones climáticas extremas favorecieron la plaga de langosta del desierto, destrozando cultivos y poniendo en riesgo la vida de millones de personas.
Heladas que salen caras: A principios de abril de 2021, dos de los viñedos más famosos de Francia, el Borgoña y el Champán, se vieron afectados por varios días de intensas heladas, en un momento muy tardío del año. Los profesionales del sector hablan de más de dos mil millones de euros (más de 2.300 millones de dólares) de pérdidas. Para WWA, el cambio climático aumenta hasta un 60% la posibilidad de que se produzca un evento de este tipo en el momento de la floración.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion