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La paciencia es indispensable
Participar en el proceso de vacunación en cualquiera de los centros habilitados en la capital tachirense es un ejercicio de paciencia. Las personas llegan desde muy temprano y aguardan hasta tres horas antes de recibir la inmunización.
Para cumplir el proceso, tanto en el Oncológico como en los dos nuevos centros pilotos, han sido habilitadas carpas especialmente dedicadas a la inmunización de los ciudadanos, quienes previamente aguardan en largas filas a la intemperie a las afueras del centro, hasta ser llamados.
Rosa Guevara señaló que llegó al centro a eso de las 6:00 de la mañana y ya tenía más de cien personas por delante, poco antes de las 8:00 se hizo presente un Guardia Nacional quien les retiró los documentos de identidad y posteriormente fue llamando uno por uno para que ingresaran al interior del centro, donde realizaban una nueva fila.
Inés Santamaría refirió que al interior del recinto, funcionarios policiales mantenían el orden, pero consideró que pese a ello el proceso se desarrolló muy lento. “Después que ingresamos a la segunda fila, tardamos casi una hora antes de que comenzara a fluir”.
A Porfirio Guevara le incomodó la falta de distanciamiento. “Si esta es una institución de salud, deberían hacer cumplir las medidas de bioseguridad, pero aquí la gente se amontona, tanto del lado afuera, como una vez dentro del recinto e incluso los mismos funcionarios mandan a apretar la fila para que ingrese más gente”, relató.
Cerca de dos mil personas diarias son inmunizadas en el Hospital Oncológico de San Cristóbal, mientras el promedio en los centros recién habilitados, ronda los 300 pacientes por día.
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