Declaró que por la falta de recursos tampoco tiene celular ni seguro médico. Asimismo informó que los clientes han disminuido en los últimos años, como consecuencia de los cambios en el estilo de calzado.
Tinterillos: el arte de la máquina de escribir
Adriana Reyes trabaja desde hace diez años en el parque principal del municipio haciendo trámites legales con su maquina de escribir. Afirmó que se dedica a esta labor por la falta de un trabajo fijo y por su amplia experiencia en estos temas.
La mujer quien tiene 50 años, aclaró que se graduó en comercio y finanzas a sus 26. Agregó que también cuenta con cursos del Sena en emprendimiento comercial y contabilidad.
Explicó que aunque en el pasado ha trabajado en empresas, en los ultimos años se desempeña de forma independiente por la dificultad de conseguir empleo, siendo su edad la principal causa de esto, aseguró.
Mencionó que entre los trámites que realiza se encuentran derechos de petición, contratos de arrendamiento y recursos de reposición.
Asimismo recalcó que trabaja con la maquina de escribir por el profesionalismo y conocimientos que esta implica.
Añadió que a pesar de las nuevas tecnologías, prefiere continuar trabajando de este modo pues considera que los trámites desde computadora pueden ser realizados por personas sin la suficiente experiencia.
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Destacó que a pesar de que le gusta su trabajo, aún así no consigue una buena remuneración. Sostuvo que mensualmente gana alrededor de $400.000, lo que la ha llevado a buscar otras fuentes de ingresos como ser asesora de ventas de catálogo.
Adriana, quien trabaja todos los días desde las 8:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde, manifestó la necesidad de que la Alcaldía apoye a los trabajadores informales, argumentó que “estos trabajos no son contaminantes del espacio público, de lo contario, ofrecen soluciónes a distintos problemas”.
Así como ella, Pedro Mora, quien tiene 40 años siendo ‘Tinterillo’, expresó que a pesar de que en los últimos años ha disminuido la clientela, aún así proyecta continuar trabajando. A sus 78 años describió esta actividad como un oficio honrado.
Vendedor de raspados
Evelio Garnica tiene 77 años, de los cuales 25 los ha dedicado a trabajar vendiendo raspados en el parque Los Libertadores. El comerciante afirmó que trabaja más de 12 horas diarias, buscando conseguir el mayor numero de ventas.