La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Región
Informe sobre el Bloque Catatumbo recoge testimonios de resistencia
El objeto de estudio fue el bloque paramilitar que operó entre 1999 y el 2004 en 30 municipios de Norte de Santander.
Authored by
Image
La opinión
La Opinión
Miércoles, 13 de Diciembre de 2023

En Cúcuta se presentó el informe ‘Memorias de sobrevivientes al Bloque Catatumbo’, investigación número 20 sobre el origen y la actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones.

El documento, de más de mil páginas, fue divido en dos libros y es un reconocimiento a las víctimas pobladoras de Norte de Santander que soportaron altísimos niveles de violencia por el accionar del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y es, también, un homenaje a sus comunidades y al tejido social que aguantó y sigue haciéndolo.

“Me conmovió la resistencia de ustedes (víctimas nortesantandereanas) y la del equipo, escucharon mucho dolor, tragedia, llanto, criminalidad y eso es muy difícil de manejar. Yo le pregunto al territorio, ¿cómo hacen ustedes para resistir tanto?”, dijo María Gaitán, directora general del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).


Entérese: Miguel Castellanos será el próximo secretario de Gobierno de Cúcuta para el 2024


El primer tomo es ‘El estallido de un trueno ajeno’ y explica cómo surgió y se formó el bloque Catatumbo y su despegue a través de cuatro frentes: La Gabarra, Tibú, El Tarra y el de Fronteras.

La segunda parte, ‘Guerra sin fronteras, resistencias sin límites’ plasma cuáles fueron esos repertorios de violencia con enfoques diferenciales, expone el financiamiento, las relaciones con los paramilitares con la fuerza pública y contempla acciones de memoria y resistencia por parte de las comunidades afectadas.

De igual forma, se recogen temas relacionados con el despojo, el desplazamiento, la violencia sexual, las ejecuciones extrajudiciales, las masacres, la desaparición forzada y el uso de hornos para estos fines y la persecución a los líderes sociales, entre otras formas de violencia de la degradación del conflicto que impactaron a las comunidades.

“Dijo: ‘Si yo me tengo que morir, muero aquí en Pacelli, pero no me voy a ir’ y no se quiso ir y ya como a los días, lo mataron, fue terrible también”, se lee en uno de los testimonios.


Conozca: Gobierno quiere ser socio de Asozulia, ministra dice que es el modelo que desea Petro


El informe fue publicado por la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica y tomó como objeto de estudio al bloque paramilitar que operó entre 1999 y el 2004, que no estuvo en toda la región del Catatumbo, pero sí en gran parte del departamento, incluyendo a la Perla del Norte.

 

María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica

 

Fue construido con los aportes al esclarecimiento de la verdad de 686 exintegrantes de las AUC y a partir de 96 ejercicios de toma de información a 116 personas que fueron testigos o víctimas de ese grupo armado, así como con los aportes voluntarios del postulado a Justicia y Paz, Jorge Iván Laverde, alias El Iguano.

“Por un lado, están las voces de los responsables y por otro el de los sobrevivientes y en calidad de fuentes secundarias tenemos a las organizaciones no gubernamentales y otras entidades competentes”, expresó Carlos Mario López, director de Acuerdos de la Verdad del CNMH, quien afirmó que el evento lo quisieron realizar en otro municipio, pero por temas de seguridad se hizo en la capital.


Infórmese: Cúcuta, mejor ciudad capital en Gobernanza Migratoria


Dentro de los hallazgos, Camilo Villamizar, coordinador de la investigación, resaltó que los integrantes de esa organización criminal eran exógenos, no eran originarios del territorio nortesantandereano y que los altos mandos, como Mancuso y Castaño, e incluso militares, les habían ‘echado el cuento’ que en el departamento ‘hasta las gallinas eran guerrilleras’.

“Para ellos no existía distinción entre combatientes y los que no, este grupo lo que hacía era considerar a todos como soplones, aliados o guerrilleros y creían que podían hacer con sus cuerpos, vidas y propiedades lo que fueran y por eso el modo operativo, una estrategia de arrasamiento, de ingresar y masacrar a las poblaciones, originando desplazamientos y control”, señaló Villamizar.

Asimismo, manifestó que uno de los capítulos más fuertes del tomo 2, es el de violencia sexual, lleno de testimonios trágicos y dolorosos.

La investigación se llevó a cabo en 2020 y culminó en 2021, según Villamizar, uno de los desafíos fue la pandemia, pues las personas tenían miedo de la enfermedad,  además de la desconfianza hacia las instituciones gubernamentales.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion 

Temas del Día