Drones surcan los campos en el Catatumbo
El empleo de drones supone un capítulo especial en el contexto de violencia que aqueja a los habitantes, por la magnitud del impacto que provoca, pues deja tragedias importantes en la subregión del Catatumbo, como dijo Juan Carlos Quintero, presidente de Ascamcat.
“El empleo de esos aparatos demuestra la sofisticación de los grupos armados inmersos en la confrontación. Se utilizan en dos escenarios en el marco de la guerra: uno para espionaje y otro para bombardeos”, precisó el defensor de las comunidades que claman mecanismos para frenar esos métodos no convencionales.
Denunció sobrevuelos que intimidan a los resguardos indígenas y campesinos afectando objetivos no militares, como los ocurridos en los últimos meses en el corregimiento de Filo el Gringo donde murió un menor de 12 años, igualmente adultos.
“Hemos insistido que los grupos armados respeten a la población civil y que este tipo de tecnología no sea usada para atacar a inocentes de la zona del Catatumbo”, dijo Quintero.
La representante de la Red de Mujeres del Catatumbo, Alba Luz Trigos, manifestó que es un tema muy sensible que se debe analizar a fondo por parte del Gobierno nacional, organismos defensores de derechos humanos y los bandos en conflicto.
“Son elementos no tripulados, o sea armas no convencionales, las cuales están siendo utilizadas por los actores armados en la región especialmente en la zona de Tibú, El Tarra y zonas rurales de Teorama, Convención y Hacarí afectando a las comunidades, generando una desventaja de guerra entre los actores en esta confrontación, Eln y fuerza pública, dejando como consecuencia heridos de forma indiscriminada siendo una infracción al derecho internacional humanitario (DIH)”.
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Los últimos hechos de Filo el Gringo dejaron un adulto mayor muerto, producto de las esquirlas de estos explosivos en una clara violación de los derechos humanos, precisó.