Luego de dos meses de haber asumido la administración municipal, el alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, finalmente entregó el balance del empalme que adelantó con su antecesor, Jairo Yáñez, en un proceso sin aparentes novedades y del cual más qué cuestionamientos o reproches por lo detectado, se desprendió la popular frase ‘construir sobre lo construido’.
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No obstante, el escenario con el que se encontró el actual gobernante y su equipo de trabajo no fue tan soñado como se pensaba y en una revisión adelantada por los secretarios, subsecretarios, directores de departamento, jefes de oficina y el personal técnico de apoyo, entre enero y febrero, se cruzaron con un total de 359 observaciones que, de no ser subsanadas, podrían terminar en investigaciones.
En un comunicado que dio a conocer ayer en la tarde la Alcaldía de Cúcuta, se informó que las posibles inconsistencias se concentran en áreas como la contratación, el archivo documental, el inventario físico, la gestión del gobierno anterior y asuntos administrativos.
Dice el alcalde, por ejemplo, que la saliente administración se comprometió a iniciar con el anunciado proceso de actualización catastral, para el cual la ciudad fue habilitada como gestor, pero al parecer los resultados no fueron los esperados.
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“Para llevar a cabo este proceso, (la Alcaldía) gestionó un crédito por valor de $25.000 millones. Sin embargo, aunque se desembolsó inicialmente una cantidad aproximada de $12.000 millones para dicha labor, no se realizó ninguna actividad relacionada con ello”, se lee en el documento.
Otro de los reproches que se hace en el informe tiene que ver con la falta de planeación que detectaron en la gestión de Yáñez y sus colaboradores, lo cual fue posible identificar en diferentes procesos.
Advierten que en algunos contratos financiados con recursos del Sistema General de Regalías se refleja un incumplimiento al principio de planeación que rige la contratación estatal y señalan que “este actuar impacta negativamente la calificación del municipio para aplicar a dicha fuente de financiamiento”.
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“Se constata que la falta de planeación en la contratación ha causado diversos contratiempos en la ejecución de obras y proyectos, entre ellos, falta de recursos, suspensiones, problemas con los diseños, entre otros. En el caso particular de los contratos suspendidos, estos tenían únicamente entre 2 y 3 días para su fecha de terminación una vez fueran reanudados”, concluye el balance del empalme.