Entre las pacíficas calles de la urbanización Villas de Sevilla, en Villa del Rosario, un crimen meticulosamente planeado y ejecutado con una frialdad casi profesional fue el ‘broche de oro’ para cerrar un fin de semana para el olvido en el área metropolitana de Cúcuta, donde se llegó a trece homicidios en menos de tres días.

Siga leyendo: ¿La citaron para matarla? Más detalles del asesinato de mujer en el barrio 7 de Agosto de Cúcuta

La noche del pasado domingo, 9 de noviembre, era de alegría y diversión para Isaías Nicolai Jaimes Pinto, quien vivía en una esquina de la carrera 3C con calle 5. Allí en esas calles, habitualmente tranquilas, la dicha se convirtió en tragedia.

Mientras en las afueras de la casa del hombre sus familiares compartían sentados en el andén, a pocos metros de distancia, Nico, como era principalmente conocido, charlaba con algunos amigos, sentados entre motos y el andén.

Hasta que apareció el sujeto cuya misión era clara: acabar con Nico, vestido todo de negro y caminando sin prisa por la carrera 3C, pasó junto a una camioneta blanca, hasta que de un momento a otro apresuró el paso e inició una carrera, en medio de la cual desenfundó un arma de fuego.

Los que estaban en la puerta se dieron cuenta y empezaron a gritar, pero al otro grupo no le dio tiempo de reaccionar. En cuestión de segundos, el agresor ya estaba sobre ellos, pero no se trataba de un ataque indiscriminado: su víctima estaba establecida, era Nico.

Además: Cúcuta: intentó escapar, pero el pistolero la persiguió y asesinó

El criminal pasó entre varios hombres, a quienes ni miró, apuntó a su víctima y disparó. Él intentó huir, al igual que todos, pero le dio la espalda al pistolero, quien no desaprovechó la oportunidad para ejecutarlo en plena carretera, apretando el gatillo en dos oportunidades más.

Fue entonces que su amigo Juan Carlos Castellanos se bajó de su motocicleta y desenfundó un arma de fuego para encararse con el homicida en una escena casi de película, ambos apuntándose mutuamente a pocos centímetros de distancia.

Las balas iban de un lado al otro, pero el saldo fue favorable para la criminalidad, pues el intento de defensa de Juan Carlos no dio fruto y el hombre cayó tendido también herido de bala.

En tanto, el responsable escapó por la carrera 3C, con dirección a la calle 6, allí se habría encontrado con un cómplice motociclista, con el cual recorrieron poco más de tres cuadras, hasta dejar el vehículo, de placa venezolana, abandonado en la carrera 3F con calle 5, marcando un trayecto con forma rectangular.

El dúo continuó la huida a pie, y según información preliminar, se habrían cambiado de ropa en un intento de pasar desapercibidos, mismo que habría resultado exitoso, pues, a cierre de esta edición, no se ha logrado ninguna captura referente al caso.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.