Por denuncias de la comunidad sobre la explotación ilegal de minería en Chitagá y Tibú, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) inició una investigación que duró cerca de dos años, dando como resultado la captura de nueve personas, quienes, según las autoridades, trabajarían de la mano con el frente Efraín Pabón Pabón, del Eln.
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Según los investigadores, los detenidos llegaron a tener una rentabilidad de hasta 1.000 millones de pesos por mes, producto de la explotación de carbón y el tráfico de explosivos para esa organización ilegal.
“Lo primero que hicieron fue sacar unos títulos mineros para hacer la explotación artesanal, pero al ver que ya tenían esa oportunidad agrandaron el terreno que tenían estipulado y se volvió ilegal, logrando aportarle mucho dinero a las estructuras criminales, por eso es tan importante la operación”, explicó una fuente judicial cercana a las pesquisas.
Al principio de la investigación, los uniformados estaban enfocados en conocer los perfiles de los dueños de las minas ubicadas en la vereda Burgua, en Chitagá, y el corregimiento Campo Dos, de Tibú, para ver la legalidad de las mismas, sin embargo, a medida de que transcurrían los meses y se recopilaba material probatorio, encontraron que los hoy capturados hacían intercambios con el Eln, que tenía injerencia en esos sectores.
“Los tipos además de la mina, traficaban con explosivos, utilizaban su actividad minera para conseguirlos y se los daban al Eln. Todavía no se ha determinado una relación con los atentados perpetrado por este grupo criminal en el año, pero se está indagando al respecto”, aseguró la fuente judicial.
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