

Las madres nortesantandereanas están hoy de plácemes, con la celebración de su día. Para todas ellas un enorme abrazo y una infinita gratitud.
Son madres del soldado, del policía, del médico, del profesor, de la enfermera, del artista, del sacerdote, del juez, de los alcaldes, del gobernador, del cantante, del político, del empresario, del comerciante, del estudiante y de todos quienes construyen el día a día de Norte de Santander.
Gracias a todas ustedes por el esfuerzo hecho para desde el hogar con sus enseñanzas, consejos y amor formar a sus hijos para que ejerzan la misión de ser mujeres y hombres de bien, dedicados y empeñados en lograr un mundo mejor para todos.
También debemos pedirles perdón porque en medio de la violencia que siempre ha acompañado a nuestra patria, ustedes han resultado siendo víctimas directas de los crímenes enmarcados como feminicidios y de persecuciones desatadas contra las mujeres por diferentes razones.
Debe ser este un domingo destinado a la celebración por muchas razones sentimentales y lógicas. Incluso para leer a los poetas que han vertido versos y poemas en homenaje a la madre que es una musa de inspiración por todo lo que significa para la humanidad.
Ahí sí como lo escriben los poetas inspirados, todos sin distingo de credo, raza o posición social llevan grabado en su corazón a ese ser que les dio la vida y que es como la brújula o el GPS que los guía en su diario trasegar.
La madre que está en el hogar, la madre ejecutiva, la madre policía, la madre militar, la madre educadora, la madre médica, la madre arquitecta, la madre empresaria, la madre comerciante, la madre lideresa social, la madre política,la madre firmante de paz, etcétera, debe seguir conquistando todos esos espacios para que sigamos extendiendo esta sociedad inclusiva.
Sin embargo, una lágrima rueda por la mejilla. La adversidad que en estos cinco meses ha padecido Norte de Santander por la cruda guerra entre el Eln y la disidencia de las Farc en el Catatumbo no se puede dejar pasar por alto, por lo desgarrador que ha resultado.
Las madres de esa subregión del departamento han vivido en carne propia la tragedia del desplazamiento y el confinamiento forzado, mientras que también siguen atormentadas por la amenaza del reclutamiento forzado de sus hijos por parte de estos grupos armados que hoy están enfrascados en una confrontación bélica en disputa por el territorio.
Para ellas nuestra solidaridad y respeto por la tenacidad, templanza y ese gran valor de ser madres en medio de semejante adversidad, convirtiéndose en protectoras de sus hogares y en luchadoras para que una paz verdadera se pueda tejer en esa tierra.
Para las madres nortesantandereanas en su día, es bueno repetir las palabras del papa León XIV cuando habló de ellas en la celebración del 11 de mayo: “envío un afectuoso saludo a todas las madres, con una oración por ellas y por las que ya están en el cielo. ¡Feliz Día de la Madre a todas las madres!”.
Destacado:
“Madre, una noche de música me escribiste el cuerpo con toda tu ternura y alimentaste mi tristeza con una mirada que yo no entendía pero que fue tan clara, que sabía tanto...”, verso del poema ‘Madre en mis cosas’, de Eduardo Cote Lamus.
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