“Para mí como persona, como mamá primeriza, me llena el corazón de felicidad, porque siempre pienso en lo afortunada que es mi hija Valentina en recibir lactancia materna exclusiva. Yo la veo tan sana, tan fuerte y pienso en esos bebés pequeños e indefensos lo beneficiados que serán al recibir la leche materna. Eso cada día me incentiva a donar, a hacer mis extracciones con mucho amor, pensando en ellos para que se recuperaren más rápido con este preciado líquido, pensando en su salud”. Este el relato de Kelly Cabrera, una profesional de la salud que desde noviembre de 2019 es mamá donante de leche materna.
Ella es una de las seis madres externas que donan su leche materna para alimentar a los niños hospitalizados en el Hospital Universitario Erasmo Meoz.
En lo corrido de 2020, unos 314 bebés prematuros se han beneficiado del alimento que produce este Banco de Leche Humana. De hecho, unas 2.967 mamás han participado del mismo bien sea en materia de educación lactante o como donantes externas, y en él se han procesado 105 litros de leche.
¿Cómo llegó a ser madre donante Kelly? Un día se dio cuenta que una vez había terminado de amamantar a Valentina quedaba llena, pero seguía botando abundante leche de sus senos. Esa leche se perdía. “Sabía que existía un banco de leche en Cúcuta, pero no sabía dónde quedaba, así que le pregunté a mi asesora de lactancia y ella me referenció al banco de leche, ellos me visitaron, me explicaron todos los pasos, hicieron mis exámenes para que verificar que estuviera sana y comenzamos este lindo proceso de ser donante de leche materna”, contó Kelly Cabrera.
La madre cuenta que hace el proceso de extracción con la mayor rigurosidad y con mucho amor. “Yo hago el proceso de extracción con un extractor eléctrico, lo hago con mucho amor y disposición, y lo hago en el lugar que me dé más tranquilidad y paz dentro de mi casa. Si estoy de viaje o donde sea que me encuentre, igualmente llevo mis implementos y guardo la leche en el congelador para que se conserve”, señala.
Deyner Peñaranda, coordinador administrativo del área de pediatría del centro de salud, explicó que la selección de las madres externas se hace una vez se haga un seguimiento nutricional tanto a ella como al bebé, es decir, que ambos se encuentren bien en su estado de salud.
“Para ser donantes deben tener los exámenes infecciosos como es serología, hepatitis y VIH completos con una vigencia no mayor a seis meses. Actualmente tenemos seis mamitas externas que están donando y hacemos todo el proceso de recolección llegando a pasteurizar hasta 20 litros”, detalló.
Una vez la mamá es admitida, el hospital le facilita todo el material necesario para que ella, en su casa, se haga la extracción y almacene la leche de manera segura. Cada 15 días el equipo del banco de leche hace la recolección del alimento en los hogares de estas seis madres.
La coordinadora del Banco de Leche Humana del Meoz, Yenny Rangel, explicó que el hospital entrega todos los insumos que necesita la madre en casa, entre ellos los frascos para almacenar la leche.
Lea También: Instalan centro respiratorio transitorio en hospital de Ocaña
“La leche siempre debe permanecer bajo una cadena de frío, es decir, congelada para que las propiedades se conserven. Esta es sometida a un proceso de control de calidad. Primero, se verifica que el frasco cumpla con las condiciones para someterlo a pasteurización, que no esté vencido, que no tenga ninguna suciedad. Segundo, le tomamos el PH donde se determina que la leche tenga una acidez adecuada. Y tercero, le hacemos unas pruebas de control microbiológico para ver si a pesar de todo el control hecho previamente todavía tiene algún tipo de microorganismos activos en la leche”, explicó Rangel.
Cuando la leche es completamente apta es calificada en normocalórica, hipocalórica e hipercalórica.
La normocalórica es para los bebés que necesitan sólo alimento. La hipocalórica (baja en grasa y rica en inmunoglobulina), se les suministra a quienes siguen tratamientos por alguna infección, y la hipercalórica (rica en grasa y baja en inmunoglobulina) para los que presentan bajo peso al nacer.
Todas las botellas, de 20, 40, 90 o 100 centímetros cúbicos quedan marcadas con su tipo y guardadas en el congelador de la nevera del banco, hasta que se baja al área de neonato, o a la Unidad de Cuidados Intensivos (Uci) de pediatría, para los comensales.
Actualmente, las prácticas de extracción en el banco son más rigurosas en cuanto a los protocolos de bioseguridad.
Explica Peñaranda que la lactancia materna no está contraindicada con la COVID-19. “Es decir, si una mamita es positiva para COVID-19 puede lactar, porque a través de la leche no se transmite el virus, como en otras infecciones como el VIH o la hepatitis. En el caso del coronavirus aún no se ha demostrado que sea transmitido por la leche materna”, sostuvo.
Detalló que si está contraindicada la forma de suministrar la lactancia a los bebés. “Las madres deben emplear el tapabocas, todos los elementos de bioseguridad y lavado de manos y lavado del seno para no transmitir la enfermedad al niño”, dijo.
Las botellas de 20, 40, 90 o 100 centímetros cúbicos quedan marcadas con su tipo y guardadas en el congelador del banco.
¿Por qué un banco de leche?
En el cuarto piso del Hospital Erasmo Meoz funciona desde el 2015 el Banco de Leche Humana, que tal como explica Deyner Peñaranda, coordinador administrativo del área de pediatría, tiene dos objetivos específicos: primero dar capacitación a las madres sobre la importancia de la lactancia materna, y segundo servir de espacio para la extracción y procesamiento de esta leche para los niños hospitalizados que la requieran, o aquellos cuyas madres no puedan lactar por alguna condición especial.
El banco, que es el número tres en producción en Colombia, cuenta con un personal calificado entre la jefa del servicio, auxiliares, médicos, nutricionistas. Cuenta el espacio con un consultorio, una sala de extracción, el área de análisis y pasteurización de la leche.
Importancia de la lactancia
La leche materna es la primera vacuna del niño. Así lo afirma Diana Prieto, nutricionista del banco. Ella explica que es la primera forma de inmunización del bebé porque tiene agua, proteínas, inmunoglobulina, grasas, micronutrientes vitales para el desarrollo de los primeros meses.
Estos componentes de la leche son importantes para darle protección al sistema inmune del niño, pero también le ayuda a prevenir enfermedades como el asma, alergias, diabetes, diarreas, neumonías, bronquitis, obesidad.
Prieto explica que la lactancia materna es exclusiva los primeros seis meses del bebé y complementaria hasta los dos años de edad.
La leche es sometida a una serie de controles de calidad y pruebas microbiológicas antes de darla a los bebés.