Más de 100 vehículos quemados, pueblos confinados y atemorizados, y cerca de 6 personas muertas, fue el resultado de cuatro días de paro armado del ‘Clan del Golfo’ en once departamentos del país. Aunque el Gobierno Nacional intentó dar respuesta con millonarias recompensas y aumento de pie de fuerza, los expertos consideran que no hubo control real sobre el territorio y que fue una respuesta tardía.
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Así lo explica Jeremy McDermott, co-director de la fundación Insight Crime, quien dice que este paro, al igual que el del Eln, que se presentó hace algunos meses, demuestran que el Gobierno Nacional y la Fuerza Pública, y que la población civil en muchas partes del país no cree que el Estado pueda protegerlos.Con este argumento coincide León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), quien expresa que es muy grave que el Gobierno se haga el sorprendido con este paro. “Este ha sido el modus operandi del ‘Clan del Golfo’ cada que le detienen a uno de los Úsuga. El Gobierno tenía que estar preparado para esto y no se preparó, porque ha sido muy débil ante esta estructura criminal”.
En los cuatro días del llamado paro armado que decretó el ‘Clan del Golfo’, en retaliación a la extradición de su principal cabecilla Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel', se presentaron 309 hechos de violencia en el país, que afectaron a la población civil, de acuerdo al último balance de la Unidad de Investigación y Acusación de la Justicia Especial para la Paz (JEP).
Entre estos se encuentran 26 bloqueos forzados en vías; 118 vehículos quemados; 54 cierres de actividades de transporte y terminales y 22 ataques a la Fuerza Pública, que dejaron dos personas asesinadas, entre otros. Estos hechos violentos se presentaron en 11 departamentos y 178 municipios, entre los que se encuentra el 100 % de los territorios de La Guajira y Chocó.
Ante esta situación, el Gobierno ofreció una recompensa de 5.000 millones de pesos por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo’, y Wilmer Antonio Quiroz, alias ‘Siopas’, quienes serían los máximos cabecillas del ‘Clan del Golfo’, tras la captura de 'Otoniel', según las autoridades.
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También se realizaron patrullajes conjuntos con la Fuerza Pública en capitales y cabeceras; protección de las vías para garantizar el abastecimiento de alimentos y transporte; y la movilización de 52.000 uniformados a los puntos más afectados del país.
Según cifras de la Policía Nacional, durante estos días se presentaron 104 capturas, 24 de ellas por orden judicial y 80 en flagrancia. Fueron incautadas 23 armas de fuego, 781 cartuchos de munición, 9 granadas y 5 artefactos explosivos, entre otros elementos.
Las medidas llegaron demasiado tarde, según expresa Andrés Macías, investigador del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE), lo que refleja la tardía respuesta del Gobierno ante este paro armado.
“Este paro evidenció que hubo una reacción tardía del Estado para enfrentarlo, de pronto pensando que no era un grupo tan fuerte, y aunque había fuerza desplegada, esta se vio superada en algunos casos por las acciones de estos grupos. La Fuerza Pública no logró evitar el temor, evitar que se afectará la comunicación terrestre”, señala Macías.