Después de una semana festiva llena de cancelaciones de vuelos y un aumento récord de los casos de la COVID-19 en Estados Unidos, una fuerte tormenta invernal afectó el transporte y obligó a cerrar servicios federales y escuelas en Washington y la costa atlántica central.
Muchos estadounidenses se han apresurado a regresar a casa tras el periodo de Navidad y Año Nuevo, semana en la que se han cancelado miles de vuelos por el mal tiempo y los casos de covid-19 registrados en las tripulaciones de las aerolíneas.
En el primer día laborable del año, a media mañana, ya se habían cancelado 3.500 vuelos, 2.000 de ellos con salida o llegada a Estados Unidos, según el sitio web de seguimiento de vuelos FlightAware.
Junto con los 2.700 vuelos que se quedaron en tierra el domingo y los 2.750 del sábado, las últimas cancelaciones agravaron la situación de los viajeros.
"Oye @SouthwestAir ¿puedes dejar de cancelar todos los vuelos que salen de DCA (Aeropuerto Nacional de Washington)? Necesito ir a casa", escribió en Twitter el pasajero Kyle Hughes.
Las nuevas interrupciones se multiplicaron a medida que una tormenta golpeaba la capital y otras zonas de la costa atlántica. Según previsiones oficiales esta borrasca dejará entre 12,7 y 25,4 centímetros de nieve en Washington.