El día de ayer el presidente de la República, Gustavo Petro, cumplió con la cita para el fortalecimiento de los procesos agroindustriales de la provincia de Ocaña.
El jefe de Estado hizo una radiografía de la ola de violencia ocasionada por el grado de abandono de los labriegos de la región, factor determinante en los cultivos de uso ilícito. También prometió un Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), encaminado a la implementación del Pacto por la transformación de la zona del Catatumbo.
Además, se refirió al informe de las Naciones Unidas sobre el aumento de hoja de coca en el país, afirmando que el mismo no ha registrado un aumento significativo desde el año 2023.
Sin embargo, aseguró que el crecimiento de la productividad de la hoja de coca por hectárea, es lo que tiene en jaque los procesos para contrarrestar el aumento de cultivos ilícitos.
Petro afirmó que combatirá este aumento a través de procesos de agroindustria en los territorios.
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El alcalde del municipio de Ocaña, Emiro Plata, instó a lograr el cierre financiero del Pacto territorial del Catatumbo, así como a materializar las inversiones cercanas a los 6.3 billones de pesos, anunciadas para atender las principales necesidades de la región en educación, salud, inversión social y agroindustria.
Una apuesta al campo
En su visita al municipio de Ocaña, Gustavo Petro también se reunió con asociaciones agropecuarias de la subregión del Catatumbo para analizar la crisis financiera de los últimos años y crear programas encaminados a reactivar la economía.
En ese sentido, a través de la Agencia de Desarrollo Rural se ejecutó un convenio por 20.600 millones de pesos para la entrega de insumos; maquinaria, equipos de optimización de los sistemas de riego y herramientas para mejorar las condiciones de vida de los cultivadores de la zona.
Por su parte, el presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, César Pachón, resaltó el acercamiento con las comunidades campesinas durante el evento denominado ‘Agroindustria y comercialización en el Catatumbo. En este se realizó la entrega del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural con Enfoque Territorial (PIDAR), el cual busca fortalecer las capacidades técnicas, socio-organizacionales y comerciales.
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La iniciativa favorece a 870 productores de directos y a 2.400 indirectos de los municipios de San Calixto, La Playa de Belén, Hacarí, Ábrego, Bucarasica, El Carmen, Villa Caro y Ocaña.
Seguridad alimentaria
Uno de los tópicos trazados por Agencia de Desarrollo Rural (ADR), es garantizar la seguridad alimentaria en la zona del Catatumbo.
En ese sentido se hizo entrega de maquinaria agrícola, equipos para la transformación de productos del campo, insumos para la comercialización y asistencia técnica especializada en producción, manejo y fortalecimiento organizativo.
Según la ADR, el suministro abarca una inversión total de $20.594 millones, de los cuales $10.840 millones son aportados directamente por la entidad para el Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR).
Hasta el momento, la ADR ha entregado el 40 % de los activos productivos, equivalentes a $3.875 millones, y en esta última jornada hizo lo propio del 60 % restante, representado en 197.999 insumos agrícolas por un valor de $5.169 millones.
Entre los elementos entregados se destacan fertilizantes, abonos orgánicos, herbicidas, mangueras, costales, tejas, ventiladores industriales y plásticos de cobertura.
En cuanto a maquinaria, ya se han entregado 318 unidades —incluyendo fumigadoras, motocultores, guadañas, bombas y motobombas— por un valor de $701 millones. Ayer se entregaron otras 770 unidades, con una inversión adicional de $2.056 millones, elevando la inversión total en maquinaria a $5.871 millones.
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Finalmente, con una inversión adicional de $1.818 millones, la ADR entregará 50.724 insumos agrícolas que buscan fortalecer la infraestructura productiva y dignificar las condiciones de vida de las comunidades rurales del Catatumbo.
Política integral del agro
Con el propósito de reivindicar los derechos de los campesinos e impulsar una la reforma agraria, el presidente de la República Gustavo Petro analizó en Ocaña los programas para el fortalecimiento de la producción y comercialización de la cebolla roja cabezona.
El presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, César Pachón, manifestó que el ‘plan bandera’ es llegar con asistencia técnica para conquistar mercados a nivel nacional e internacional.
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Con este plan se tiene como objetivo mejorar la genética del producto, fomentar la venta y suministro del mismo a hospitales, batallones, cárceles, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar e instituciones educativas con el Programa de Alimentación Escolar.
Menos discursos, más recursos
El representante a la Cámara por las curules de la paz del Catatumbo, Diógenes Quintero, resaltó el ejercicio. Indicó que estos proyectos permiten pasar de los anuncios de programas sociales, a las ejecuciones de los mismos.
Pese a ello manifestó que “se necesita algo más planeado para transformar al Catatumbo y restituir el tejido social”.
Recordó que el Pacto vale más de 6 billones de pesos y por lo tanto se debe trazar esa ruta con decisiones contundentes y mejores recursos.
Sobre la convivencia en la región del Catatumbo debido a la confrontación armada de los grupos en conflicto, señaló que “la paz es garantía de derechos, inversión social y esta región está esperando desde hace rato”..
Wilmar Rangel, de la Asociación de cultivadores de cebolla de El Carmen Norte de Santander, resaltó la iniciativa que vienen esperando desde hace un año.
Aseguró que la situación no es la más óptima ya que aparte de los precios debido al ingreso del producto de otros países, también padecen por las semillas no certificadas. “No generan la calidad esperada y ocasiona grandes pérdidas. Esperamos controles efectivos en la frontera”, reiteró.
El representante del minidistrito de riego de pequeña irrigación del corregimiento de Otaré, Ramón Nonato García Lanzziano, destacó el aporte de la ADR de 347 millones de pesos para la modernización de la estructura que beneficiará a 39 familias campesinas.
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El sistema de riego sirve para mejorar los cultivos de café, fríjol, maíz, aguacate y cebolla. “Fue creado en 1990 y debido a la carencia de los recursos la canalización se hizo en tierra por gravedad. Las tuberías ya cumplieron con la vida útil. La agricultura se maneja con riego y el gran impacto es la producción en cada una de las fincas”, recalcó.
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