Christopher Carrascal nació, creció y vivió en el barrio Aeropuerto, hasta que su vida fue violentamente frenada por un ataque a mano armada en la calle 2 con avenida 1. En su último día, a las 9 de la mañana de ayer, 26 de junio, Carrascal llegó a la casa de un amigo y le pidió prestada su motocicleta.
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Sobre la 1:30 de la tarde un vecino pasó por su casa y le dijo “su moto está allá arriba sola, mataron al Gordo”. El hombre salió a la vía pública y vio el rastro de sangre sobre el asfalto, minutos antes se había cometido un asesinato.
Gordo, como le decían a Christopher, se estacionó en la mencionada calle, bajó del vehículo y entonces fue interceptado por dos hombres en moto que llegaron al lugar a dispararle en repetidas ocasiones, 8 veces accionaron el gatillo, dejando a Gordo gravemente herido, tendido bocabajo.
Uno de los hombres descendió de la moto y a sangre fría disparó por novena vez, directo a la cabeza de la víctima. Los responsables escaparon a un destino aún desconocido.
Los vecinos salieron y notificaron a la familia que vive a pocas calles del lugar de los hechos. De inmediato llegaron y lo trasladaron al hospital, donde falleció por la gravedad de las heridas.
Los móviles de los hechos, al igual que los responsables del acto, son un misterio para las autoridades que ya adelantan la respectiva investigación.
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