Álvaro Antonio Páez Ortiz, de 43 años, quien fue secuestrado por desconocidos cuando se desplazaba hacia el municipio de La Playa de Belén, fue rescatado mediante una operación en coordinación entre el Gaula del Departamento de Policía de Norte de Santander y el Ejército.

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En dicho operativo fueron capturados en flagrancia seis presuntos integrantes de un grupo de delincuencia común organizado, de los cuales dos pertenecerían a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).

“Dentro de los capturados se encuentran dos funcionarios de la Policía Nacional que se encontraban fuera de servicio, contra quienes se iniciaron procesos simultáneos en términos penales y disciplinarios en concordancia con la política de integridad y transparencia policial”, dijo el brigadier William Quintero Salazar, comandante encargado región de Policía número 5.

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El secuestro

Hacia las 7:35 p.m. del pasado 11 de octubre varios sujetos fuertemente armados interceptaron a Álvaro cuando él se dirigía en un carro particular por la carretera nacional que conduce a La Playa de Belén.

Según fuentes judiciales, los desconocidos lo obligaron a descender del vehículo para hacerlo abordar otro que ellos tenían listo metros más adelante, lo subieron y emprendieron la huida con rumbo a una zona rural del municipio de Ábrego.

El vehículo de placa LZK616 de Villa del Rosario en el que se desplazaba la víctima, quedó abandonado en la carretera en el mismo sitio donde se produjo el secuestro.

Familiares de la víctima informaron que Páez Ortiz es propietario de dos panaderías, una ubicada en Ábrego y otra en Ocaña, negocios de economía familiar que le han dado el sustento desde hace más de 20 años.

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Policías involucrados 

El capitán Isaac de Jesús Carmona Meléndez estaría de permiso debido a una calamidad familiar que se le había presentado y el patrullero Yordan Rangel Mora con una suspensión disciplinaria de seis meses.

Por una parte, Carmona había sido el comandante de la estación de Policía de Ábrego hace apenas seis meses, lo que le habría facilitado el acceso a la información de Álvaro. Él actualmente tenía el cargo de subcomandante del CAI del barrio Ospina Pérez. Por otra parte, Rangel Mora laboraba en la vigilancia de la Policía Metropolitana de Cúcuta.

Se pudo conocer que los presuntos captores y responsables del secuestro estarían exigiendo la suma de $1.000.000.000 millones a los familiares de Páez por su liberación.

Asimismo, la familia Ortiz habría instaurado un denuncio oficial ante las autoridades, explicando lo sucedido con Álvaro, a lo que los uniformados reaccionaron desplegando todos sus mecanismos para dar con su paradero.

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Captura en flagrancia 

El operativo se desarrolló en zona rural del municipio de Ábrego, luego de que los uniformados hubieran actuado ante el llamado de la comunidad informando sobre actitudes extrañas en el capitán Meléndez.

Aquel llamado habría sido para avisar a la Policía acerca de una reunión de tragos en la que se encontraría departiendo el capitán en compañía de personas de la misma zona.

Los uniformados procedieron a desplegar todas sus fuerzas hacia una finca ubicada en aquel municipio, al llegar allí, se encontraron con la escena del secuestro.

Estaba el panadero Álvaro acostado en una cama, encadenado de manos, con un bóxer y una cobija que le cubría su cuerpo, además, tenía sus ojos vendados.

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Los uniformados realizaron la liberación de la víctima, diciéndole que ya se encontraba a salvo y posteriormente trasladándolo a un centro de salud donde recibiría toda la atención necesaria y se reencontraría con su familia.

Durante el procedimiento se logró la incautación de dos escopetas, una granada de fragmentación, un fusil traumático, munición de diferentes calibres, dos radios de comunicación, trece celulares, una camioneta y prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares.

En aquel allanamiento fue sorprendido y arrestado el patrullero Rangel Mora, quien habría acusado al capitán, manifestando que este también haría parte del grupo de los presuntos responsables del secuestro, pero que no se encontraba en el lugar, puesto que, había salido minutos antes rumbo al pueblo.

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Durante el procedimiento se logró la incautación de dos escopetas, una granada de fragmentación, un fusil traumático, munición de diferentes calibres, dos radios de comunicación, trece celulares, una camioneta y prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares.

En aquel allanamiento fue sorprendido y arrestado el patrullero Rangel Mora, quien habría acusado al capitán, manifestando que este también haría parte del grupo de los presuntos responsables del secuestro, pero que no se encontraba en el lugar, puesto que, había salido minutos antes rumbo al pueblo.

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Capturado por porte ilegal 

Inmediatamente los uniformados procedieron a realizar un operativo simultaneo para dar con el paradero de Meléndez, quien se encontraría en un establecimiento público en compañía de una mujer.

El hombre fue sorprendido con una granada en su poder que fue incautada por los uniformados. Fue arrestado bajo el delito de porte ilegal, pero no se descarta su participación en el secuestro del comerciante, puesto que, hay testigos que lo acusan de ser un presunto responsable.

Las investigaciones preliminares señalan que los presuntos delincuentes se hacían pasar por integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

Los capturados quedaron a disposición de la Fiscalía, ente encargado de llevar la respectiva investigación.

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