Yeison Alberto Vera Torres solo alcanzó a burlarse del cerco de las autoridades tan solo 55 días, desde que presuntamente, cometió el asesinato de María Camila Carvajal Castellanos, la madrugada del 31 de mayo, en la avenida 50 entre calles 19 y 20, del barrio Antonia Santos.
Eran las 2:30 de la madrugada, cuando un pistolero arribó a este lugar y empezó a disparar de manera indiscriminada contra un grupo de personas que estaba en una esquina tomando cerveza.
Según algunos testigos, Carvajal intentó correr para salvarse del ataque, pero finalmente fue impactada en dos oportunidades.
Se conoció que Vera llegó al lugar del ataque, tratando de ocultar su cara con un balde, para que las personas que estaban reunidas no lo reconocieran, pero luego de los disparos, los vecinos del sector y los testigos del hecho, trataron de sacarlo de una vivienda donde se ocultó.
“Él es conocido ahí en Antonia Santos, porque vive cerca del lugar del hecho. Todos sabían que era el responsable de la muerte de María Camila”, explicó una fuente judicial que le siguió el rastro al homicida.
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaron las pesquisas y las investigaciones a través de testimonios de los testigos del hecho y así pudieron iniciar un proceso judicial contra Yeison Vera.
El 9 de julio, las autoridades lograron tener en su poder la orden de captura en contra de este hombre, por homicidio agravado y porte ilegal de armas.
Sin embargo, el sospechoso siempre cambiaba su lugar de escondite, para evadir el cerco de las autoridades.
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Cayó tomando
El domingo 25 de julio, unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) conocieron que Yeison Vera estaba tomando cerveza en compañía de otros hombres, en un establecimiento comercial en Antonia Santos, por lo que de inmediato dos patrullas del CAI Kennedy arribaron al sitio para verificar la información.
Cuando los policías se percataron de que estaba un hombre con las características que les habían entregado, requisaron a los asistentes y les pidieron su identificación, por lo que así se percataron de que Vera Torres tenía la orden judicial en su contra y lo detuvieron.
El capturado quedó a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía y luego de ser escuchado en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, un juez decidió enviarlo a la cárcel para que responda por los delitos imputados.
Guerra de microtráfico
Los investigadores judiciales están convencidos de que la muerte de María Camila Carvajal fue producto de la disputa a sangre y fuego por el dominio de territorios de microtráfico en las comunas 7 y 8 de Cúcuta.
Este negocio criminal deja muertes constantemente y rivalidades entre bandas dedicadas a vender drogas en diferentes lugares del área metropolitana.
Las autoridades mantienen estrategias de seguridad para contrarrestar estos hechos en los sitios que han sido íconos del microtráfico a lo largo de la historia en la capital de Norte de Santander.
Dolor y rechazo
Los vecinos y conocidos de María Camila no dejaron de extrañarse por el asesinato.
“Es muy triste que le arrebaten la vida a alguien tan joven y tan noble. Camilita era una mujer que amaba a su familia, a sus dos hermanos. Era toda una princesa”, dijo una allegada de la víctima en ese momento.
De María Camila se conoció que era soltera y no dejó hijos.
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