Ayer, a las 3:07 de la tarde, cuando la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) terminaban una inspección técnica en el barrio Carora, donde casi matan a un hombre, fueron alertados de otro ataque sicarial en la avenida 4A entre calles 7N y 8N, del barrio Pescadero, en el que Gustavo Luis Jaimes Villamizar recibió varios disparos.

“Eso fue un susto impresionante, como cinco o seis disparos se alcanzaron a escuchar. Todo esto es una zona industrial, son puras empresas y es poco común que se presenten esas cosas”, comentó un comerciante del sector.

El hecho se presentó cuando el hombre, de ciudadanía extranjera y de 53 años, se encontraba afuera del establecimiento comercial en el que trabajaría como vigilante. En ese momento, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta Suzuki GN, de color negro, lo abordaron y le dispararon.

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“Los dos tipos tenían cascos y chaquetas negras. Yo vi que el que iba de parrillero se bajó de la moto, caminó hasta donde estaba el señor y le pegó algunos tiros. Aunque el señor tenía un revólver en la mano y la pistola como en la pretina, fue más rápido el sicario”, dijo un testigo del hecho.

Según algunas versiones, el pistolero corrió hasta la moto que lo estaba esperando y desde ahí, lo habría rematado, a tal punto que Jaimes Villamizar cayó al piso.

“Aquí todos salieron corriendo a ayudarlo y cuando intentaron montarlo en una camioneta, lo dejaron caer, después se lo llevaron para el hospital, pero ese hombre iba más muerto que vivo, estaba muy grave porque fueron todos como en la cabeza”, dijo el hombre.

El hombre fue trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz en donde una hora más tarde, se confirmó su deceso.

Mientras la víctima se debatía entre la vida y la muerte, las autoridades activaron el ‘Plan Candado’ para ubicar a los pistoleros, sin embargo, como es habitual, los responsables no dejaron rastro alguno.

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Las autoridades manejan la hipótesis de que se trataría de un posible hurto, pues la pistola de dotación que tendría Jaimes Villamizar, no la encontraron por ningún lado.

“La víctima también tenía un revólver en la mano y eso fue lo que se pudo incautar en el momento para someterlo a los cotejos balísticos”, dijo una fuente judicial.

Pero a pesar del móvil que manejan los investigadores, los testigos del hecho aseguran que no se trató de ningún hurto, pues los presuntos sicarios se dirigieron desde el primer momento hacia Gustavo Luis.

“Iban por él, la pistola se la llevaron porque vieron la oportunidad de hacerlo, pero no era ningún robo. Cuando lo vieron, lo persiguieron y le dispararon hasta matarlo, es que parecía medio muerto cuando lo dejaron tirado ahí”, concluyó el testigo.

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