Ya transcurrieron más de cuatro años desde su captura. Y al fin, el vil responsable del asesinato de los abuelos Luis José Rincón Villalobos y Bertha Lina Zapata Valencia, le dictaron sentencia de 25 años de prisión por estos delitos ocurridos entre abril y octubre de 2020.

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Se trata de Wilfran Andrés Zarza Passos, también conocido en el mundo criminal con el alias Mugre, un cucuteño de 27 años, al que la Fiscalía le presentó suficientes pruebas para que llegara a un preacuerdo y aceptara su responsabilidad en estos crímenes, que fueron perpetrados en los barrios Toledo Plata y Simón Bolívar, de la capital nortesantandereana.

La negociación judicial fue avalada por un juez, el cual lo condenó por los delitos de homicidio y hurto calificado, ambas conductas agravadas. La investigación judicial pudo establecer que el sentenciado habría estrangulado a sus víctimas, de 68 y 76 años de edad, para robarles sus pertenencias, causándoles la muerte en el acto.

Desde el 5 de diciembre de 2020 el hombre había sido capturado por la Policía Nacional, y recluido en la cárcel Modelo, dónde continuará hasta cumplir la pena que le impusieron.

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Los hechos

Con apenas 22 años de edad, Mugre ejecutó dos homicidios repudiados en la ciudad. En apenas seis meses, los asesinatos fueron perpetrados con un modus operandi llamativo, propio de una persona sanguinaria y cruel.

Su recorrido empezó el 23 de abril de 2020, en la casa de Luis José Rincón, de 68 años, un peluquero que lo recibió en su vivienda, ubicada en la avenida 15 con calle 16 de Toledo Plata, para supuestamente hacerse un corte de cabello, sin embargo, Mugre ocultaba sus verdaderas intenciones.

Sin que nadie se diera cuenta, Mugre golpeó a Rincón en la cabeza, lo amarró de pies y manos, y lo asfixió hasta provocarle la muerte. Ese macabro hecho fue para robarle una bombona de gas, una grabadora vieja y un celular.

Aunque esto no ha podido ser comprobado, las autoridades creen que en el momento del asesinato habría otra persona involucrada.

Una vez con las pertenencias, Mugre salió del local, los vecinos no notaron nada extraño durante ese día, fue hasta la mañana siguiente, que algunas personas se dirigieron a la casa y vieron que frente a la casa estaba muerta la mascota de Rincón, y al asomarse por la ventana, vieron al abuelo totalmente ensangrentado.

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Las autoridades fueron avisadas y desde ese momento empezaron a seguirle el rastro a Mugre, con la revisión de cámaras de seguridad y recopilación de testimonios, establecieron algunas características físicas del responsable y se dieron cuenta que en la misma tarde del homicidio, un hombre desconocido en el sector vendió una bombona por 30.000 pesos.

La investigación continuó y seis meses después, el 19 de octubre de ese mismo año se dio otro caso similar. Al interior de una humilde casa, en la calle 16 con avenida 24 del barrio Simón Bolívar, apareció muerta Bertha Zapata, de 76 años.

El modus operandi era similar, la mujer fue encontrada sin vida, sus pertenencias estaban por el suelo, su cartera vacía, y al igual que Luis, no tenía la bombona de gas y había sido asfixiada hasta la muerte.

Las autoridades revisaron las cámaras de seguridad, las cuales mostraron a un hombre con las mismas características físicas del caso anterior, huyendo del lugar con una bombona de gas cargada al hombro. Mugre había vuelto a atacar.

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Con las suficientes pruebas, fue ubicado e identificado, los motivos para estos crímenes se relacionaban con el consumo de drogas. La investigación pudo determinar que era dependiente a la heroína y la marihuana, y para satisfacer esta adicción, vendía lo que se robaba.

Finalmente, el 4 de diciembre de 2020, Wilfran fue detenido mientras caminaba tranquilamente por las calles del barrio Simón Bolívar, a unas 3 cuadras del lugar donde asesinó a Bertha, las autoridades cumplieron una orden de captura en su contra y lo llevaron a prisión.

En medio de sus dos homicidios, Mugre habría estado cerca de cometer otro más, al atacar a una mujer de la tercera edad, en condición de discapacidad, también en el barrio Simón Bolívar. El atacante la habría intentado asfixiar, sin lograr asesinarla, pero de igual forma, le robó la bombona de gas.

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