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Históricos
Maravillosa excursión
La primera excursión, la de los 35 días, comenzaba en Bogotá el 1 de junio, con el trayecto directo, eso es sin escalas, a Lisboa.
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Sábado, 26 de Febrero de 2022

En 1962, la Convención Internacional de Leones se programó para realizarse en la ciudad de Niza en Francia, ciudad que en este entonces era la ‘meca’ del Jet Set internacional, en la Costa Azul Mediterránea. En nuestra capital, el Club de Leones, no llevaba mucho tiempo establecido, pues algunos años atrás una delegación de socios venezolanos venidos de San Cristóbal, habían promovido su creación, obteniendo buena recepción de sus congéneres locales.

A raíz de lo atractivo del evento, el primero que se promocionaba en la ciudad, el gobernador del Distrito F-3, el doctor Miguel Durán Durán, les propuso a sus colegas aprovechar la Convención para conocer el ‘resto del mundo’ en una excursión considerada como ‘maravillosa’ con un atractivo adicional, el económico, tal como se dio a conocer con el lema: “Usted puede viajar ahora y pagar después”.

Para efecto, el presidente Durán, envió a sus compañeros leones una misiva en los siguientes términos: “…es una excursión práctica, cómoda y económica. Muy especial para hombres de negocios en la del primer plan, que sólo dura treinta y cinco días, en los que se conocerán los más importantes países de Europa… es muy grato dirigirme a ustedes a propósito de la reunión internacional de Leones que se efectuará en Niza del 19 al 21 de junio de 1962 y con el deseo de interesarlos en el viaje para procurar la presencia del mayor número de compañeros colombianos en aquella muy importante y trascendental Convención, que ha de ser motivo de satisfacción personal y leonística para cuantos realicen esta gira y den por primera vez la voz colombiana de ¡Presentes! en el augusto sen de la más alta autoridad internacional del Leonismo.

Compañeros Leones, quiero informarles que Avianca, la máxima empresa comercial colombiana y la prestigiosa empresa Air France, con la dirección técnica de Coltur, tienen organizada una magnífica excursión de treinta y cinco días y otra de sesenta y cuatro días. Durante la primera, los leones tendrán la oportunidad de conocer los siguientes países, Portugal, España, Italia, Suiza y Francia por un valor de US$1.495. La excursión de sesenta y cuatro días comprenderá a más de los países anteriores los de Bélgica, Holanda, Alemania e Inglaterra. Su costo será de US$1.990. El valor de la excursión a escoger será cubierto en doce contados mensuales, teniendo que pagar una cuota inicial de sólo el 10%.

Al formularles mi cordialísima invitación para asistir a la Convención Internacional de Niza, participando en alguna de las excursiones proyectadas, me permito informarles que el Director de Relaciones Públicas del Distrito F-3, Luis Parra Bolívar, quien reside en Cúcuta, suministrará los datos que se requieran para formar parte de la delegación leonística a Niza y participar de las citadas excursiones, advirtiendo que todo león con su domadora y familiares pueden ingresar a la delegación”.

Hasta aquí la invitación que proponían las empresas a la delegación de Leones para asistir a su Convención, sin embargo y dado el auge de los vuelos internacionales que comenzaban en Colombia con la adquisición de su primer jet, ‘El Colombiano’, un Boeing 720B, se les presentó a los potenciales viajeros una serie de alternativas que constituían un atractivo mayor para quienes querían conocer otros parajes.

La primera excursión, la de los 35 días, comenzaba en Bogotá el 1 de junio, con el trayecto directo, eso es sin escalas, a Lisboa. Después de dos días en la capital de Portugal se trasladarían a Madrid, vía aérea. En España, harían una extensa gira terrestre por Córdoba, Sevilla, Granada y Valencia, donde tomarían un barco para conocer Palma de Mallorca en las islas Canarias, para trasladarse de regreso a Barcelona, pasar a Francia para dirigirse a la ciudad sede de la Convención el día 19 de junio, víspera del evento leonístico. Terminada la reunión de Leones, visitarían Italia, comenzando por Pisa, siguiendo a Roma y finalmente a Ginebra, Suiza desde donde tomarían el avión de regreso por la vía de París, donde permanecerían hasta el 5 de julio  fecha de retorno al país.

En el plan de 64 días, los viajeros empezarían en Roma, el día 27 de junio continuando su viaje por distintas ciudades de Italia, Florencia, Venecia y Milán. De allí pasaban a Ginebra y Zurich en Suiza para continuar su periplo en Alemania, donde visitarían Munich, Frankfurt, Colonia, Berlín y Hamburgo, para enrumbarse a Holanda empezando por Amsterdam y La Haya; luego seguir hasta Bruselas en Bélgica, para regresar por París el 27 de julio, viajar a Londres el 31 y tomar el vuelo de regreso a Colombia el 3 de agosto.

Para quienes quisieron extender su estancia, por 20 días más, se les ofrecía la oportunidad de viajar o bien a los países nórdicos visitando Copenhague, Estocolmo, Oslo, Helsinki y Moscú por un valor adicional de US$230 por la gira de los países nórdicos y otros US$230 si se incluía Rusia.

Otra opción ofrecida era el viaje a Tierra Santa, cuya duración era de 12 días adicionales y por US$275, saliendo de Londres irían a El Cairo, en Egipto y de allí a Jerusalén, regresando por Damasco y Beirut hasta París para el vuelo de regreso a Colombia el día 12 de agosto.

Claro que también había opciones de regreso diferentes. Los pasajeros  podían escoger, además de regresar por vía aérea, hacer la travesía por barco, vía Nueva York, desde donde podían abordar un vuelo de Avianca que hacía el vuelo a Bogotá con escalas bien en Miami o en Jamaica. En el traslado por barco, los pasajeros tenían la opción de escoger la nave de su preferencia. La línea que cubría la ruta a Estados Unidos, la Cunard Line, disponía de cinco trasatlánticos, los más reconocidos de la época; cada uno salía en una fecha diferente, así que el pasajero debía escoger en cuál quería viajar según la fecha  de salida. Queen Mary, Mauritania, Queen Elizabeth, Caronia  y Sylvania eran los barcos asignados a esa ruta.

La travesía duraba entre 4 y 6 días. El regreso en barco no ocasionaba recargo alguno si viajaba en clase turista, en cabina de lujo había que pagar US$112 por pasajero. El trasporte aéreo era en clase turista y el trasporte terrestre en lujosos “auto cars” y ferrocarriles de primera. Todos los hoteles eran de primera clase con alimentación, habitaciones con baño y acomodación doble. Las habitaciones individuales tenían un sobrecosto de US$100 y se les permitía a los pasajeros, una maleta de hasta 20 kg. Buen viaje!

 

Redacción Gerardo Raynaud D. | gerard.raynaud@gmail.com

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