En Villa del Rosario se llevó a cabo el seminario taller Ciudadanía Fronteriza por la Paz y la Vida “Insumo para el diálogo social vinculante 2022-2026” en el que se adelantaron mesas de trabajo que emitieron unas conclusiones que serán enviadas a los gobiernos nacionales de Colombia y Venezuela con el fin de que sean tenidas en cuenta para la reapertura de la frontera.
El encuentro fue citado por el Comité Amplio para la Integración Colombo –Venezolana y acudieron representantes de organizaciones políticas, civiles, sindicales, comunales, indígenas, académicos, comunidades, entre otros.
El seminario contó con la participación de Pavel Rondón, exembajador de Venezuela en Colombia; Francisco Toloza, profesor de la Universidad Nacional, quien actuó como asesor en los diálogos de paz de la Habana; José Cuesta, filósofo y politólogo y concejal de Bogotá; Pedro Durán Barajas, ex secretario de Víctimas del departamento.
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También asistieron Julio Carrillo, líder social de Venezuela; Carlos Luna, presidente del comité Intergremial de Norte de Santander; Víctor Méndez, representante de la regional oriente de la Cámara Colombo venezolana; Andelfo Villamizar, empresario del Carbón, entre otros.
Durante el seminario se adelantaron siete mesas de trabajo en el que se analizaron temas como la paz en la frontera, economía de integración y desarrollo, respeto a la pluralidad y a la diversidad entre géneros, personas, culturas y comunidades, frontera sostenible y autosustentable contra el cambio climático.
Igualmente se analizaron temáticas fronterizas relacionadas con obras de inversión para el desarrollo binacional, una ciudadanía participativa e incidente por una gobernanza territorial y la dignidad como una buena costumbre.
¿Cuáles fueron las conclusiones?
Tras el encuentro, que se realizó en la Universidad de Pamplona, se emitieron un total de 17 recomendaciones que están dirigidas concretamente a los gobiernos nacionales de Gustavo Petro (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela) en las que se invitó primeramente a impulsar la unidad de los dos países y que las peticiones de la frontera sean tenidas en cuenta en Caracas y Bogotá.
“Recordarles que somos un solo pueblo, quienes habitamos la frontera entre el Norte de Santander y Táchira representamos una ciudadanía hermanada por la historia. Que, en cumplimiento del principio de participación, contemplado en las dos constituciones nacionales, exigimos se sirvan consultar a la ciudadanía fronteriza sobre las decisiones, que inciden en el que hacer de la vida fronteriza”, se lee en las dos primeras conclusiones.
En materia económica, se pide que “procedan a decretar la Zona de Integración Económica Fronteriza ZIF en todas las fronteras colombo – venezolanas, para garantizar líneas de acción referentes a: la actividad industrial productiva; proyectos de desarrollo social y humano; complementariedad energética y alimentaria básicas e infraestructura para generar confianza y distensión total”.
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Además de recomendaciones sobre integración, paz y protección al medio ambiente y medidas de salud a nivel binacional. Llama la atención la petición 11, en la que se pide una identificación especial para el ciudadano fronterizo.
“Que, el hombre de la frontera colombo-venezolana sea reconocido formalmente, para lo cual, se pide se decrete la Ciudadanía Fronteriza y se expida una cédula o carné que lo acredite como ciudadano de frontera”, se lee en las conclusiones.
Según manifestaron, las conclusiones de las mesas de trabajo fueron expuestas en plenaria en la Casa del General Santander y serán entregadas a los gobiernos de Colombia y Venezuela con el fin que las medidas tomadas por estos sean hechas desde la óptica de los ciudadanos de frontera.
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